Parece ser que en Malasia no gusta eso de ser una chica mala y punk. El Partido Pan-Islámico (PAS) de Malasia ha exigido a las autoridades malasias que prohíban la actuación de la cantante canadiense Avril Lavigne.
¿Motivos?
"Sus letras, atuendo y estética punk son inadecuados para los jóvenes."
Y es que, coincidiendo con la celebración del Día de la Independencia, Lavigne iba a ofrecer un concierto en Kuala Lumpur el 29 de agosto, y a los radicales islámicos no les ha debido sentar nada bien el hecho de que en su día venga la canadiense a cantarles y bailarles ya que, según el líder de las juventudes del PAS, Kamaruzaman Mohamad, ese día deberían celebrarse actos de carácter cultural e histórico, ensalzando el sentimiento patriótico y dejarse de yanquileces.
Pero no es la primera vez que el PAS interviene en este tipo de eventos.
Hace un mes le toco a la cantante indonesia Inul Daratista, a la que acusaron de corromper la mente de los jóvenes con sus bailes "eróticos" y "cuasi-pornográficos" o a Gwen Stefan, que se sometió a sus leyes y cambió su indumentaria diaria por una más estricta y menos provocativa, cubierta hasta las rodillas. Pero sobre todo y ante todo, prohibido lanzar besos al público.
Yo la verdad no me imagino a Avril meneándose por el escenario sin garbo, sin saltos, sin gritos y sin besos.
Veremos en que acaba la cosa.
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