Estoy en shock. Os aseguro que cuando vi estas fotos no daba crédito. Por más que los futbolistas nos tengan acostumbrados a cambios de look hay algunos que nos dejan pampanitos. Y sí, me acuerdo de las autopistas de piojos que se hizo Beckham, pero es que de repente ver a Cristiano Ronaldo convertido en un gafapasta de cresta rubia me ha hecho daño la verdad. Criaturita.
Es que una se acostumbra a verlo con su pelo negro y esa gomina que usaba que tenía que tener algo de super-glue mezclado, porque sino no me explico cómo no se le movía un pelo cuando remataba de cabeza. Esos grandes misterios de la ciencia: Beckham sudaba colonia y Cristiano lo mismo se tenía que duchar con acetona para quitar todo eso. Pues nada, que de repente se termina la liga, se va al peluquero y le dice: "Necesito un cambio" y nos sale de allí con las sienes rapadas, una cresta elevada modo gallo y medio rubio y para rematar la faena se planta unas gafas de pasta modo hipster, que por favor me digan si va sin calcetos y con los pantalones remangados.
La cosa es que encima va y cuelga esa foto con los colegas que parecen sacados de una boy-band y yo ya me parto de la risa para todo el fin de semana. Por cierto, comentarle ahí a su amigo el más bajito que no le favorece ese escote, que no le realza lo suficiente. Pero ahora os planteo una duda: ¿las gafas son postureo o graduadas? ¡Queremos saber!
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