Se sale, este muchacho se sale. Rafa Nadal es desde hoy el primer español que gana el Open de Australia de tenis. Sólo le queda llevarse el Open de USA para ser más historia aún. Este ha sido el remate del tomate de un año en el que mordió trofeos en Roland Garros, en Wimbledon y en los Juegos Olímpicos, y terminó como número uno.
Final larga y disputada contra Roger Federer (mira que me cae bien el muchacho este), que se decantó del lado de Rafa con toda su garra y fuerza. Aunque haya cambiado de look esta temporada sigue siendo el mismo jugador de siempre, que pelea cada bola como si fuera la última.
Y será un crack del tenis, admirado en todas partes, podría tener a sus pies a quién quisiera y sigue siendo el muchacho de siempre que en cuanto puede vuelve a su casa y sale a divertirse con sus amigos de siempre y su novia de siempre. Una cabeza bien puesta cuando lo habitual sería que se le subiera todo el ego a lo más alto.
Eso sí, Nadal es un digno ganador, pero ese caballerazo que es Roger Federer sigue siendo dueño de mi corazoncito. Verlo llorar como un niño y decir “Esto me está matando”, para luego igual de emotivo y lloroso felicitar a Rafa, que lloraba también, y dar las gracias a todo el mundo, lo jhace uno de los más dignos y elegantes tenistas que nunca haya habido. Y es que estos dos serán rivales, pero se respetan y admiran muchísimo, simplemente han tenido la mala suerte de coincidir dos genios en un mismo momento.
Vía | Marca
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