Comprendo que los tatuajes son, para muchos, una extensión de su cuerpo. Que significan más de lo que vemos, que existe un significado detrás suya que para muchos es incomprensible y todo lo que queráis... pero no puedo evitar que al enterarme del tiempo que Cheryl Cole tuvo que estar sufriendo con una aguja para tener el nuevo tatuaje que ahora mismo luce, se me ponga el pelo de punta y me entren escalofríos. Yo, francamente, sería incapaz.
Porque es que allí donde lo véis, Cheryl Cole estuvo nada más y nada menos que 15 horas dentro de una tienda (imagino que con descansos para almorzar y beber un poco, que si no le sacan de ahí con los pies por delante) para poder lucir esa pedazo de rosa que ahora mismo luce en la espalda. Vamos, que ni aunque me paguen consiguen mantenerme ahí sentado todo ese tiempo tan solo por un tatuaje.
Y es que, a pesar de que ya posee otros tatuajes en su cuerpo como un signo tribal en la muñeca y una serpiente en la parte interior del muslo, dijo que aunque este último le había hecho sudar la gota gorda, le encantaría cubrir toda su espalda con extensiones que salieran a partir de este. Vamos, que la tortura aun no ha acabado (tortura para mí, para ella imagino que será toda una experiencia y que se morirá de ganas de hacerlo en cuanto pueda y tenga tiempo). Sobre gustos, no hay gracias a Dios nada escrito.
Vía | Vanitatis Foto | Cheryl Cole en Facebook En Poprosa | Cheryl Cole, menos mal que te tenemos a ti para ir de boda... En Poprosa | Cheryl Cole se marca un Kelly Rowland como Dios manda en el vídeo de Ghetto Baby
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