Venga, alucinemos con la madurez de Keri Russell, que seguro que más de uno aún sigue anclado en aquella 'Felicity' medio adorable, medio moñas, medio coñazo que tenía locos a los chicos de la universidad pero ella no se daba cuenta. Pero lo que parece es que no nos hemos dado cuenta de que el tiempo pasa, envidioso, pero a algunas las trata muy bien y ella sí que sabe estar estupenda.
Es que claro, tenemos tendencia a quedarnos ahí, en la zona temporal de seguridad, y no es que la chica haya cambiado mucho, que bueno, quizás lo ha hecho, pero desde luego para mejor. Ha perdido parte de ese pelo oveja y lo lleva ondulado y le favorece muchísimo, después de aquel corte tan radical con el que nos sorprendió hace un tiempo. Pero es que es su papel en 'The Americans' el que ha hecho todo el trabajo de ruptura con lo anterior.
Por las mañanas en su casa Keri Russell es una dulce madre que besa a sus hijos y luego se va a rodar y se convierte en una agente del KGB en plena guerra fría, con una doble vida: matrimonio (casi) falso, hijos que no se empanan de nada y por las noches lo mismo se acuesta con alguien para sacarle información que le pega una paliza antes de volver a acostar a los niños. ¿Existiría esto de verdad? Todo por la causa.
Pero bueno, el objetivo era que viéramos lo fantástica que está, lo elegante que luce en portada de Capitol File y que no tenemos que perderla de vista en las alfombras rojas, que esta chica siempre destaca.
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