Ser parte del clan Kardashian tiene que ser algo complicado de encajar en tu día a día, que una no solo tiene el peso del apellido encima sino que además sabemos cómo se las gastan las hermanas en la vida cotidiana y mundana. Y ante esa situación solo hay dos opciones: o bien te achantas y pasas de leer lo que los demás dicen de ti, o bien vas con la cabeza bien alta por la vida pensando que todo lo que haces, bien hecho está. Adivinad a que grupo pertenece Khloe Kardashian.
Tu vida está para que tú puedas entender y procesar, no para hacer a cualquier otra persona feliz. Kim estaba muy fustigada por su matrimonio y no había manera de sacarlo adelante. Si ella no fuese feliz habría que haber tenido el coraje de decir: "¿Sabes qué? No puedo seguir con esto. "Pero estás condenado tanto si lo haces como si no lo haces" La gente nos odia por mostrar cosas y nos odian cuando decimos: "Está bien, no vamos a mostrar nada más." Yo no tengo nada que lamentar. Yo no cambiaría nada. Se aprende sobre la marcha
Curioso cuanto menos para una persona que se pasa la vida, como el resto de sus hermanas, de boca en boca y viviendo de los medios. Al menos se nos queda la conciencia tranquila al saber que literalmente, Khloé Kardashian pasa de todo lo que el resto diga sobre ella o piense, que sabe cuales son sus limitaciones y a la que, lo malo, le ha servido para aprender y escarmentar. Esperemos que todo eso no sea únicamente para rellenar paja dentro de la Cosmopolitan...
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