Kim Kardashian tiene un trauma de la infancia nunca superado con los perros. Ella misma ha confesado en su reality que nunca más se atrevería a tener uno, no porque no le gusten, sino por lo mal que lo pasó cundo murió uno de sus perritos preferidos durante su infancia. Vamos que la muchacha estaba directamente traumatizada. El caso, es que para superar dicho bache juvenil, o directamente porque le ha dado la gana, la starlet se ha comprado no un perrito, pero sí un gatito monísimo.
El adorable gatito persa, esta bolita peluda que veis de apenas unos días, se llama Mercy - Misericordia en inglés - que curiosamente es el nombre de uno de los hists de su querido novio Kanye West. Bueno me juego el cuello, fijo, que esto no ha sido ninguna coincidencia, conociendo a la reality star, seguro ha bautizado así a la mascota como muestra de amor a su churri, que ya sabemos que a ella le molan mucho estas pocholadas.
Kim no ha tardado en compartir varias fotos de Mercy a través de su twitter y, seguro, ya lo veréis, en breve saltaran los de PETA y algo le dicen fijo. Si ya de por si la tenían tirría - acordaos del numerito de la bomba de harina - cuando la vean paseándose con esta pequeña bola de pelos - como ya ha hecho por las calles de Nueva York y Miami - no os quiero ni contar.
En cualquier caso, hay que recocer que es una monería, cómo posa, qué dominio de la cámara, se nota que ha salido a su madre. Y es que como veis la socialité ha tenido tiempo de hacer su primer shooting casi profesional a su gato, con cambio de fondo incluido y, además ha creado este collage, se nota que tiene tiempo libre la mujer.
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