Noticias de Mara Wilson en Poprosa

Seguramente su cara os suene a casi todos por su papel de Matilda en la película del mismo nombre, pero es de esas caras que dan mucho de que hablar durante un tiempo y luego... ¡Paf! Desaparecen sin dejar rastro y sin saber dónde leches se han metido. Y para eso está el especial ¿Qué fue de...?, para recuperar a esas actrices cuya carrera fue como la pólvora: rápida, haciendo mucho ruido y desapareciendo sin dejar rastro. La cosa le viene de familia, eso está claro. Su hermano mayor, Danny, comenzó a actuar en anuncios de televisión y ella que lo vio con mucho futuro, quiso seguir sus pasos. Por eso empezó a hacer pinitos en el mundo de los anuncios y comerciales y le dieron un par de papeles en anuncios y publicidad de Texaco y el Banco de América. No era mucho pero desde luego que mejor que nada. Su primer papel algo más estelar fue con Robin Williams en la película Señora Doubtfire (1993), basada en la novela de Anne Fine 'Señora Doubtfire'. Allí dejó bien claro que a ella lo de la edad le importaba más bien poco porque con 6 años ya apuntaba bien alto e hizo una actuación estelar convirtiéndola en la favorita del público infantil y ganándose el respeto de todo, incluído el propio Robin que dijo de ella maravillas. Y a partir de ahí, los productores se empecinaron en aprovechar que todavía era una niña y que esa cara de no haber roto un plato les podía hacer millonarios y empezaron a darle papeles de niña buena, hermana perfecta, chica modelo... vamos, pastelada tras pastelada. De esta época son Milagro en la calle 34, donde tuvo un papel estelar como la pequeña niña cínica que aprendió la magia de Santa Claus o El hada novata. Pero sin duda lo que le catapultó hasta el infinito y más allá, fue su papel en la película de Matilda, una adaptación del libro de Roald Dahl. Y lo más alucinante de todo es que Mara perdió a su madre, víctima de un cáncer de mama, durante el rodaje, y aun así continuo el rodaje como si nada, con una sonrisa de oreja a oreja y cara de no haber pasado nada. Vamos, que cuando acabó el rodaje a la gente le daba miedo preguntar por ella. Era un monstruo de las cámaras. Después de eso, Mara actuó en tres películas durante los siguientes tres años, la última de las cuales fue como la nieta de Peter Fonda en la versión cinematográfica de la británica Thomas y los Magic Railroad pero no terminó de cuajar y decidió, sabiamente, dedicarse a acabar los estudios y centrarse en lo que de verdad da pelas. Y ahora, además de dedicarse a escribir libros es también dramaturga, se ha decidido a contar porque no siguió con su carrera de artistas: Imagina que, cuando eres un niño, te encanta pintar con las manos. Es un pasatiempo divertido, pero cuando te resulta fácil, nunca te sientes orgulloso de ello. Pero, a pesar de todo, te haces con una reputación pintando con los dedos. Y ahora imagina que, quince o 29 años después, la gente se acerca a ti y te dice que tiene tus pinturas en sus paredes y que las pinturas han cambiado tu vida. Es halagador, pero no has pintado en años y te parece algo que hiciste hace mucho, mucho tiempo. Te das cuenta de que no encuentras especialmente divertido tener las manos sucias y hay otras salidas para tus impulsos creativos. Pero la gente insiste: '¿Vas a pintar de nuevo? ¿Cuándo? ¿No? ¿Por qué no?’ Algo así es lo que se siente Y es que para ser sinceros, tiene menos ganas de volver al cine que de tirarse por un puente atada a una cuerda mientras hace encaje de bolillos: Hacer la misma cosa una y otra vez ante los ojos del director, hasta que lo haces bien, no deja demasiada libertad a la creación. Los mejores momentos que he tenido en un 'set' de rodaje han sido cuando el director me ha dejado expresarme por mí misma, pero esos momentos eran excepcionales. Actuar puede ser excitante, pero casi siempre es tedioso. El aspecto de ser famoso no está exento de ridículo y presentarte a audiciones es brutal y deshumanizante Vamos, que os olvidéis de verla en la gran pantalla de nuevo porque está muy feliz con sus papeles en el teatro, con sus libros y poniendo a escurrir lo que supuso el cine para ella a la edad de seis años. Me da a mí que se nos acabó verla comer pasteles de chocolate y dando la vuelta a las zanahorias volantes. Fotos | Mara Wilson en Facebook, Mara Wilson en Twitter

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