Yo creo que conocemos a Jaden Smith casi, casi desde que nació, como quien dice. Tanto a él como a su hermana, y lo cierto es que aunque son más estrafalarios que otra cosa –anda que no nos han dado looks para hablar de ellos–, lo cierto es que la genética es la genética. Y Jaden está cumpliendo años y convirtiéndose en un chaval es-pec-ta-cu-lar.
En enero nos enteramos de que Louis Vuitton lo fichaba para ser imagen de la línea femenina –sí, femenina– de la casa, y no es de extrañar. Si nos fijamos en la portada de la GQ inglesa del número de primavera-verano, no cuesta nada darse cuenta de que tiene unos rasgos que son una pasada.
Vamos, que el chaval ha sacado lo mejor de su padre y de su madre. ¡Y sólo tiene 17 años! Como actor quizá no sea ninguna maravilla, pero que se puede ganar la vida como modelo no es ningún disparate. Además, parece que tiene la cabeza bastante bien amueblada, al loro como lo que dijo cuando le preguntaron precisamente por lo de ser imagen de una línea de moda femenina.
Creo que la gente está confundida en lo que se refiere a los sexos. Creo que no lo pillan en realidad. No digo que yo lo haga, sólo digo que nunca he visto ninguna diferencia. No veo ropa de hombre y de mujer. Sólo veo gente asustada y gente cómoda.
No sabemos si Diane Kruger ve la moda de la misma forma, pero la verdad, cada vez que esta chica sube a una alfombra roja o sale en una portada, a mí me pirra. Ya sabéis que ella y Joshua Jackson son una de las parejas más cuquis de los saraos, aunque hace unos meses saltó uno de esos rumores que te levantan la ceja –y te dejan cavilando–, que apuntaba a que Diane había sido pillada dándose un filete épico con Norman Reedus –sí, súper Daryl en 'The Walking Dead'–.
Las fuentes confirmaron que había estado ese día con Norman en ese garito –un antro de aúpa, por lo que dicen–, pero que de rollo nada. Un poco turbio todo. El caso es que Diane se nos ha subido a la portada de The Edit para demostrar que incluso con ese look tan de "cara lavada", ella es divina. Haga lo que haga.
Soy una solitaria. Creo que eso me ha retenido en mi vida bastante. Soy socialmente muy rara con la gente cuando estamos en un grupo grande. Suelen decir que soy fría o prepotente, pero simplemente no soy muy sociable. Y eso no es bueno en mi trabajo… porque, obviamente, es un gran requisito.
Sitio oficial | GQ, The Edit
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