Mis amigos y yo —y seguramente muchos de vosotros, poproseros— somos de una ciudad especialmente fría de nuestra nunca bien ponderada geografía nacional. Y siempre tenemos cachondeo con que muchos hemos nacido en septiembre, octubre, más o menos unos nueve meses después del invierno. Lo que significa que aquí, esto de arrimarse por la noche para darse calorcito es un clásico. Pues parece que al otro lado del charco, la primavera no es lo que altera más la sangre a la hora de darse unos buenos achuchones. Si no, que se lo digan a Britney Spears, que, por cierto, de tonta no tiene ni medio centímetro de pelo.
No hace nada que la vimos cenando junto a Sam Asghari, el protagonista del videoclip 'Slumber Party'. Al principio parecía que la cosa iba a quedar en agua de borrajas, porque ya sabéis cómo es este mundillo. Trabajas con alguien en un vídeo y encima más aún si haces de "pareja" protagonista, y al final terminas siempre teniendo algo de amistad, sales, entras y demás. Pero parece que Sam no se le iba a escapar vivo a Brit.
De hecho, tanto revuelo causó aquella primera imagen que Sam Asghari, que fue quien la subió a su Instagram, la borró al poco tiempo cuando vio el aluvión de gente que ya le señalaba como pareja de la rubia de oscuro pasado. Y eso no hizo más que alimentar las sospechas, porque si no tienes nada que ocultar, ¿por qué borras las pruebas?
¡Pues por que sí había algo que ocultar, poproseros! Una cosa es que salgas a picar algo con un compañero de rodaje así, un día, en plan "gracias por todo, tío, lo has hecho muy bien", y otra que de repente subas esta foto a Snapchat con esa cara de traviesa —y él con esa expresión de estar más a gusto que un arbushto— ¡y pretendas que no nos estamos dando cuenta de que aquí hay algo!
Britney dejó claro en octubre, en un programa de televisión, que a ella este rollo de las citas no le mola nada, así que seguramente lo único que estén haciendo sea conocerse y pasar un buen rato (guiño, guiño), pero lo que sí parece claro, y si no dudo que salieran en las redes sociales con tanta despreocupación, es que hay algo entre ellos.
Sus amigos han confirmado que sí, hay tema. Llevan viéndose desde el rodaje y han salido varias veces a cenar, quedan, lo típico que haces cuando empieza a gustarte alguien y estás tanteando las aguas sin terminar de tirarte a la piscina. Pero bueno, si ella está contenta, ¿por qué no lo íbamos a estar nosotros? ¡Vivan los rolletes invernales!
Otra pareja que no tiene visos de irse a la porra, aunque nadie daba un duro por ellos de primeras —y yo me encuentro entre los que levantamos la ceja según saltó la noticia— son Orlando Bloom y Katy Perry, que están pasando las Navidades en amor y compañía como toda buena pareja seria. Y ya os digo yo que lo de estos dos va para largo, que al final son los que menos te imaginabas que lo iban a conseguir los que terminan pasando por el altar.
El caso es que Orlando y Katy se han hecho con uno de los juegos más codiciados de estas Navidades. Sí. El de la mano que tienes que pulsar para intentar que en lugar de comerte tú un buen manotazo de nata montada, le casque al que tienes al lado. En el caso de Katy, el juego parece un poco defectuoso, la verdad. Yo me esperaba un zurriagazo en toda regla de los que te dejan hasta un poco aturdido.
Pero en el caso del pobre Orlando, que está a punto de conseguirlo, a lo que hay es crueldad total y absoluta de esa mano anónima que aparece justo cuando ya está todo perdido y le da, por así decirlo, el tiro de gracia. Eso sí, la cara de resignación del actor cuando ve que la nata se aproxima es genial. Y la entrega del amigo dándole con las dos manos no tiene precio.
Así que ya veis, poproseros, love is in the air, y es que más que la primavera, parece que el invierno y este fresquito que corre anima más al achuchón que otra cosa.
Vía | TooFab, Aceshowbiz
Fotos | Facebook de Britney Spears y Katy Perry
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