Alexander Skarsgård... porque nunca el alemán sonó tan dulce

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Ich heiße Alexander Skarsgård für 'GQ Style' Herbst 2011

Oig, oig, oig... lo dije en su momento, que yo por Alex Skarsgård aprendía alemán o chino mandarín si es necesario. Es más, este año he pedido el catálogo de Ikea en sueco para poder tener conversaciones privadas con él acerca del sofá que vamos a poner en el salón.

Creo que esta es la confirmación definitiva de que este muchacho es el hombre perfecto. Yo me pregunto dónde aparecen las ofertas de empleo para optar al trabajo de ese señor de gris que le coloca el jersey. Me veo capacitada. Bueno, lo mismo en lugar de estirárselo se lo arranco a mordiscos, pero no creo que se fueran a quejar los lectores. A menos ropa, más calores.

¿Lo oís? esa voz, es un sonido angelical esa presentación en alemán. Por mí podría estar diciendo que va a invadir Polonia a ritmo de Wagner que yo lo apoyo, que Alex Skarsgård es mucho rubio para no hacerle caso. Lo dicho, sólo tiene un defecto y es que aún no me ha pedido la mano, pero llegará, todo llegará. No os preocupéis, que la exclusiva será para Poprosa.

Vía | GQ

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