Bueno tengo que decirlo: me sorprende. Y enormemente además. Por que mira que ha cogido afición esta mujer a ganar dinero enseñando tanto intencionadamente como accidentalmente, partes de su vida, de su cuerpo, de su familia...y no se lo reprocho, la verdad. Porque sabiendo que la pagan por ello, si carece de conciencia y cree que lo que hace está bien, ole por ella. Ya quisiéramos muchos ganar lo que gana y únicamente saliendo de compras por Yves Saint Laurent y dándose un piquito con su novia.
Pero parece ser que hemos topado con un nuevo ser, una nueva Lindsay. La revista Playboy le ofreció a la estrella setecientos mil dólares por desnudarse para la revista en su 55 aniversario y hacer con sus fotos una sesión topless de 8 páginas desplegables. Y la actriz, en un arrebato de moralidad y dignidad se negó a semejante escándalo físico:
“Si hay desnudez entonces la respuesta es no. No repetiré mi hazaña de la New York Magazine otra vez”
Con esto se refiere al tributo desnudo a Marilyn Monroe del año pasado con el que la revista amasó tanta fortuna y ella tanto prestigio entre los adolescentes en plena efervescencia.
Precisamente por ese motivo, los redactores de Playboy pensaron que no se opondría, pues se trata de una sesión fotográfica en tributo a Ann-Margret, que precisamente, es de las favoritas de Lindsay.
¿Será que a esta mujer la boda va a cambiarla radicalmente? Deja los hombres, el alcohol, las drogas, se vuelve seria, responsable y con conciencia moral...quien diría que hacía falta que Lindsay pasara por un altar para que se metiera en vereda
Vía | Farandulista
Ver 5 comentarios