Hugh Jackman, a ponerse como un cebollo por exigencias del guión

Yo hoy he venido a hablar de mi libro hombre. Bueno, no es todo mío, ya sé que lo comparto con mucho poprosero, y sé que hago una gran labor social. La vida es dura y con Hugh Jackman se lleva mejor. Resulta que aquí nuestro hombre perfecto se está poniendo como un cebollo por exigencias el guión. Pero un cebollo mazas, eso sí.

Si habéis visto imágenes de la representación terrenal de Adonis últimamente veréis que se está poniendo fuertecito, fuertecito, y nos acabamos de enterar que se está haciendo una de esas dietas duras de meterse diariamente, entre pecho y espalda, unas míseras 6000 calorías de nada. Ala, así... y luego transformado eso en unos perfectos y cincelados músculos maravillosos para que nosotros los veamos. ¿El culpable? Darren Aronofsky lo quiere más anchote.

En la anterior peli de Lobezno, Hugh Jackman (modo suspiro On) parecía a ojos del director un tío delgadillo, porque el muchacho es álto como un árbol bien formado y claro, el personaje en los cómics es un mazas pero más bien achatado por los polos, así que nada, plan de choque a lo bestia, comiéndoselo todo. A mí me gustaría informarle que una es muy buena con la repostería casera, por si quiere que le mande unas magdalenas chocolatadas o unos tocinillos de cielo. Sólo para su información.

Vía | NY Magazine

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