Ays, ays, ays, que estas son las cosas por las que me encanta ser una cotilla, por las sorpresas que te encuentras un día. Entre Halle Berry y Olivier Martínez hay tomate y del bueno, por lo que parece.
Este parece ser uno de esos claros ejemplos de "tengo el corazón roto y me enrollo con el macizorro que me han puesto de compañero en la película". Primero (de cuando es esta foto) los vimos por Ciudad El Cabo de turismo y confraternización pero lo de ahora ya es tomate y del bueno... Olivier en su territorio, en ese París, ciudad del amor, y con su moto, haciendo de guía privilegiado y aprovechando una calle oscura para largarle un besazo a Halle. Ays, que alguien como él te lleve en moto por París y luego te achuche, madreee!!! Sí, a la Pataky la paseó, pero no la achuchó.
Y claro entonces yo me doy cuenta del asco de trabajo que tengo, que no tengo macizorros a mi lado, que me vayan a llevar a su París natal a pasearme y enamorarme, que yo voy a una oscura oficina, con gente maja, eso sí, por si me leen. Que me alegro un montón, que esta chica merece ser feliz, y desde luego buen gusto lo tiene, que pasa de Gabriel Audrey al galanzote francés que a todas las enamora y que es exactamente de su edad, que este no la dejará por la diferencia. Ains, ¡que viva el amor!
Vía | People Foto| Just Jared