Así es Alba Santana, la hija de Mila Ximénez: una infancia separadas por un divorcio y un presente en Ámsterdam alejada de las cámaras

Alba Santana hija Mila Ximénez
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La marcha de Mila Ximénez ha supuesto un duro golpe para el mundo del corazón, del periodismo y la sociedad... Pero es indiscutible pensar que su figura va a ser difícil de olvidar. Aunque quizás su mayor legado sea su única hija, Alba Santana, de 37 años. Ella fue la primera persona a la que Mila le contó, en junio de 2020, que le habían detectado un cáncer de pulmón.

Desde ese momento no dejó de estar a su lado. Alba vive en Ámsterdam, pero no dejó de visitar Madrid para estar con su madre y acompañarla en sus revisiones y tratamientos. La última vez que vino fue hace una semana, sabiendo que probablemente serían los últimos días que tenía para despedirse de su madre.

 

Alba nació en el año 1984, un año después de que sus padres, la Ximénez y el tenista Manolo Santana, se casaran. Aunque el matrimonio únicamente duró tres años, y había que decidir qué iba a pasar con la niña. "Mi madre tomó la decisión de que me fuera a vivir con mi padre para que yo pudiera vivir mejor. A veces no tenía ni para pagar la luz y ella quería lo mejor para mí", explicaba Alba en una entrevista.

Entonces vinieron tiempos complicados para la periodista. "La separación me hizo no saber por dónde ir", explicó Mila. Mientras que Alba se quedó a vivir con su padre en Marbella, acudiendo a los mejores colegios y recibiendo una educación de envidia, la Ximénez "vivía en casas que me iban dejando" en Madrid.

Alba Santana Mila Ximénez Manolo Santana, Mila Ximénez y Alba

"Me iba a la Puerta del Sol y vendía plata, pieles. Estaba tan mal de dinero que prácticamente vivía dentro de un coche", llegó a confesar Mila sobre aquella época.

La juventud y el amor

Pero continuemos con la historia, porque Alba Santana Ximénez creció. Y al terminar la escuela decidió cambiarse de país. Suiza fue el destino que eligió, donde comenzó a estudiar Hostelería.

Allí, muy jovencita, conoció al que a día de hoy sigue siendo el amor de su vida, Aviv Miron, un joven israelí un año mayor que ella, y cuya familia vivía en Turquía.

 

Todo comenzó como cualquier historia de amor de telenovela, precisamente, turca. Empezaron siendo amigos, pero llegó el momento en el que Aviv acabó sus estudios y volvió a Turquía junto a su familia. Hubo una ocasión en la que Alba fue a visitarlo, y entonces sucedió lo que tenía que suceder: "El día que yo tenía que regresar a Suiza, hay una enorme tormenta de nieve que me impide volver. Sentía que teníamos algo que decirnos y que no nos llegábamos a decir, y, de repente, el día de mi marcha, no me podía ir... Fue entonces cuando hablamos de lo que el uno sentía por el otro", explicaba a la revista '¡Hola!' en 2015.

Una boda en Marbella

En junio de 2006 se celebró la boda. ¿El lugar elegido? Aquel que vio crecer a Alba: Marbella, y con su padre de padrino. Por aquel entonces ella tenía 22 años, Aviv 23. Y, volviendo a repetir la historia de sus padres, un año después de la boda tuvieron a su primer hijo (la segunda nació en 2012). Ambos nacieron en Madrid.

Alba Santana Aviv Boda Alba y Aviv el día de la boda.

Ser abuela fue algo que siempre llenó de felicidad a Mila Ximénez, aunque no siempre pudiera tener cerca a sus nietos. Porque tiempo después, Alba, su marido y los dos niños se mudaron durante un tiempo a Londres, para acabar instalándose en Ámsterdam.

Allí, en Ámsterdam, está la empresa en la que Aviv empezó a trabajar en el año 2008: Ace Tankers, una compañía de transporte con barcos petroleros. Alba, por su parte, decidió dedicarse exclusivamente al cuidado de sus hijos.

Alba Manolo Santana Alba junto a su padre el día de la boda.

Mila se escapaba cuando podía, fines de semana y vacaciones, y cogía un avión para plantarse en casa de su hija y disfrutar con ellos.

Un amor incondicional

Queda claro que para Alba, su madre ha sido uno de los grandes amores de su vida. En el año 2019, en una entrevista para 'Sábado Deluxe', comentaba: "Ha sido una madre diferente, para lo bueno y para lo malo. Me gustaría parecerme a mi madre en la libertad con mi hijo, en poder contarnos las cosas abiertamente; en no tener ese miedo de tener que mentirle a tu hijo para que no te juzgue".

Alba Santana Mila Ximénez Alba y Mila, paseando por Madrid en 2012.

A pesar de los altibajos que han vivido y de los años que han estado separadas, Alba lo tiene claro, como confesó en una de las entrevistas: "A los que dicen que mi madre me abandonó, yo les digo que ella me ofreció la mayor prueba de amor que puede ofrecer una madre: rota por el dolor, renunció a mí para que yo tuviera un futuro".

Fotos | GTRES

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