Rafa Nadal no tiene nada que envidiar ni a Batman ni a Superman


Porque cuidao que no estamos hablando de un cualquiera, señores. Rafa Nadal no volará ni tendrá un cochazo con forma de murciélago, pero el moreno se ha convertido en uno de los poquitos tenistas en completar el Gran Slam y no es algo que todo el mundo pueda decir, para nada. De hecho, tan solo hay siete personas en el mundo con licencia para poder hincharse el pecho y gritar a los siete vientos que han completado los cuatro grandes del tenis. Me gustaría decir que sin despeinarse pero no, no es así. Eso sería quitarle mérito y sudor a algo que sin duda el chaval se ha currado durante mucho tiempo.

Tras su victoria en el US Open, el cielo se abrió y Rafa Nadal fue condecorado como uno de los siete magníficos por el dios de las pistas. Y no, no soy politeísta, pero ayer de madrugada estaba convencido de que si lo fuera, tendría puestas unas cuantas velas para que me ayudara a tomarme los cafés rigurosamente y no me quedase dormido encima del teclado del ordenador. Y no todo se queda en un palmarés compartido por siete estrellas, eso sería algo muy ordinario y común. Nosotros ya aprendimos que con Rafa, hay que apuntar alto, como él lo hace. Ya no nos conformamos con lo de todos: queremos la exclusividad.

Dentro de él tiene el honor de ser el más joven de todos ellos. Y eso ya sí que es para echarse a llorar de felicidad. Yo lo hice. Ya no hay nada que le detenga, es imparable. Ni los truenos, ni la lluvia, ni la suspensión por dos veces del partido contra el serbio Novak Djokovic hicieron que Rafa tirase la toalla. Hubo momentos mejores que otros (ganó el primer set pero en el segundo le flojearon un poco los ánimos) y nos hizo sufrir como solo a él le gusta. Pero la diferencia es que al final sabemos que el esfuerzo vale la pena y que los kilos que perdemos viendo como nuestro Rafa pelea los puntos, están más que merecidos.

“En mi vida me hubiera imaginado estar donde estoy, poder disfrutar con 24 años de lo que he vivido y lo que he ganado. Soy un súper privilegiado y doy gracias a la vida”

Y ahí es donde tengo que decirte que me da pena. Porque hasta ahora pensaba que nos diferenciábamos en 27 cosas y tengo que sumarle una más: que yo sí que me imaginaba que estarías en lo más alto con tus 24 años, yo sí apostaba por ti y por tus triunfos y yo, desde luego que sí, me creo cuando me dicen que eres el mejor jugador del mundo. Qué grande eres, coño.

Vía | Youtube

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