Y después de la tormenta, llega la calma. Bueno, o no, porque visto lo visto parece que el evento no les ha cansado lo suficiente como para perderse los bailoteos, las copas y los cócteles porque allí que estaban todos ellos dándolo en la pista de baile más algunas nuevas que decidieron unirse a la afterparty y sentirse por un día también como si hubiesen estado invitadas a la ceremonia de los Globos de Oro 2012. No desesperéis, que algún día podréis estar ahí dentro con el resto de altos tallajes del mundo del cine. Ánimo mis pequeños, ánimo…
Miranda Kerr, una que tampoco se pierde un sarao y que además sabe como hacerlo con clase y estilo. Porque la que vale, vale, está claro. Que pena que nunca la veamos en una alfombra roja seria, porque estoy seguro que marcaría un antes y un después.
Kaley Cuoco parece que no sabe muy bien lo que es ir a alguno de estos eventos. No sabemos si está sacada de un cuento de pin y pon o por el contrario ha querido hacernos a todos una magnífica demostración de como bailar el ‘Soy una taza’ delante de los famosos. Otra vez será.
Lindsay Lohan lleva todas las de ganar para convertirse en la nueva Donatella Versace con ese particular gesto que le sale en la cara cada vez que posa. El vestido no favorece pero es que también está ahora mismo en los huesos. Lo único por lo que me alegro es que igual entre copa y copa (de gaseosa, que ella ahora es abstemia) ha conseguido hacer algún contrato para salir del hoyo.
Luego viene Erin Wasson que no sé sin son ganas de querer llamar la atención, que le dio a la absenta antes de llegar al evento o que había perdido alguna apuesta y tuvo que aparecer con semejante "traje" (porque eso ni es traje ni deja serlo) para que alguien le dijese que se echase un chal por encima si no quería constiparse. Lo que hacen algunas por un poco de fama...
Paris Hilton se llevó una decepción cuando se enteró que le próximo anuncio de Freixenet no quería contar con ella como burbujita estelar y tenía que quitarse esa espina de alguna manera. Y que mejor forma de hacerlo que una de las after party de los Globos de Oro. Pues allá que se fue a lucir palmito muy glitter ella.
Kim Kardashian sigue en su línea post mortem para este tipo de desfiles. Con la cantidad de dinero que tiene… ¿por qué no se decidirá de una pajolera vez a contratar un buen estilista que tenga lo que hay que tener para decirle que va mal vestida en este tipo de evento? Se está ganando a pulso el sobre nombre de Morticia (o morcilla cuando se nos empaqueta esos vestidos ajustados)
Abigail Spencer, mira tú por donde, que va bastante apañadita para lo que estamos viendo ahora mismo por estos lares. Discreta, guapa, bien vestida y sin destacar especialmente por los brillos, los cortes raros o estar demasiado recargada. Que va, todo muy acorde y armónico.
Y no es torque sea española pero Paz Vega tampoco ha salido mal parada si comparamos con el resto ¿verdad? Discretita, pasando desapercibida si no fuera por el floripondio del hombro y con un vestido la mar de mono. Si es que cuando quiere y se pone, lo consigue.
Evan Rachel Wood fue una de las que apostó por innovar y demostrar al mundo que ella también es capaz de jugar en la línea de fuego, aunque no es lo mismo hacerlo en la alfombra roja que hacerlo en las after party. Pero bueno, lo que cuenta es la intención y esos Louboutin que nos lleva puesto.
Andie MacDowell es perro viejo en estos saraos así que ya sabe como hay que hacerlo para no salir muy mal parada ¿verdad Andy, querida? El vestido para la ocasión era perfecto y con ese cutis que nos gasta hasta arriba de cremitas L’Oreal, iba divina de la muerte.
Janelle Monee estaba allí para amenizar la fiesta y lo hizo con este modelito estilo boyfriend que tanto le gusta y que tanto despista porque la gente la confunde con las camareras de los canapés. Porque cantaba y le daba igual aparecer en el photocall que si no, eso no se lo pone ni pagándola.
Y ya para ir acabando, la polifacética Elle Macpherson que iba también para mojar y no dejar rastro en el plato. Con eso de que ella es modelo y es actriz, tiene lo mejor de cada casa. Y si encima tienes contactos en el mundo de la moda que te facilitan los vestidos que, de antemano, sabes que te quedan bien, el resultado es algo como lo que vemos ahora mismo.
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