Diego Matamoros ha celebrado su 34 cumpleaños junto a su novia, la infuencer Carla Barber; su hermana, Laura Matamoros; y ¡sorpresa! con su padre Kiko Matamoros, que parece, por fin, haber cumplido su objetivo frustrado de cada comienzo de año: retomar la relación con sus hijos.
Es cierto que no ha sido un padre ejemplar, o eso ha manifestado su hijo que acumula tropecientos polígrafos poniendo verde a su padre como principal reclamo de su curriculum televisivo, además de en los que ha hecho un traje de los caros (o así los ha cobrado) a su ex madrastra, Makoke; y alguna que otra foto tal y como Marian Flores le trajo al mundo en instagram.
Pero, pelillos a la mar, sin pretender ofender a Kiko por lo de pelillos. De este modo, el colaborador de Telecinco representa a todos esos españoles que, tras la cuarentena, cualquier cosa que suponga salir de casa nos parece bien. Es un buen momento para reencontrarte con tus seres queridos, y con los que no, parece que también. Aún así, recuperar el tiempo perdido en un cumpleaños parece la mejor opción para esta familia algo atípica. En este caso ha sido en el restaurante de su cuñado Benji Aparicio, tal y como ha confirmado la revista Lecturas, durante la noche del 12 de julio, fecha que propongo como nuevo día del padre. No puedo evitar pensar en lo feliz que será Diego cuando su padre le haga una tarta de galletas, le empuje en los columpios o le recite el ‘sana, sana, culito de rana’.