David Arquette y sus propósitos de año nuevo: empinar el codo se acabó para el 2011

David Arquette y sus propósitos de año nuevo: empinar el codo se acabó para el 2011
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Empezamos con los propósitos de año nuevo en Poprosa. Y no, no son los míos, que yo de momento estoy muy vago para ponerme a pensar en que voy a dejar de hacer este año. Mejor os hablo de David Arquette, que éste si que ha empezado el 2011 con buen pie, o con buen codo según se mire. Porque empinarlo lo que es empinarlo se ha propuesto dejar de hacerlo por lo menos por un tiempo. Y lo mejor es que no ha tenido que esperar como Lindsay Lohan a que la propia policía se lo diga a gritos en un juicio mientras le señalan con el dedo y le llaman borracho, que va. Él que es un tipo muy serio, ha decidido ingresar por propia voluntad. Ole sus mejillas.

David Arquette ha decidido entrar en un centro de rehabilitación para superar sus problemas con el alcohol y la depresión que sufre desde su divorcio con Courteney Cox en octubre, que parece que le están llevando por el camino de la amargura. Courtney por supuesto ante todo esto sólo puede llevarse las manos a la cabeza, mirarle con carita de cordero degollado y lástima mientras dice a todos los medios que le da todo su apoyo. Y David, con apoyo o sin él, se ha metido en el centro.

Al parecer durante estos meses estaba siguiendo una terapia psicológica semanal pero no era suficiente. Quería algo más duro e intensivo para que se le quitasen todos los vicios de golpe:

Mi psicólogo piensa que es una crisis nerviosa aunque reconozco que estoy bebiendo muchísimo durante estos días

Y no sólo eso, sino que además es de los borrachos violentos que cuando ya no saben distinguir dos de veinte, se vuelven irascibles y se ponen a gritar hasta a las farolas. Y claro, todos sus allegados le han dicho que es lo mejor que podía hacer porque ellos estaban ya hasta el moño y un poco asustados de que esto se le fuera de las manos y ya no tuviera remedio. Eso sí, antes de ingresar ha dejado bien clarito que todo esto no tiene nada que ver con drogas duras (vamos, que lo suyo no es esnifar pegamento ni chupar sapos) sino con él y sus demonios internos. Pues nada chico, suerte con tu exorcismo etílico.

Vía | TMZ
Foto | Political Pulse

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