Hay gente que con un día de trabajo ya tiene para la entrada de un pisito. ¿Envidia? No, se llama OnlyFans y es la red social privada que lo está petando.
La sexóloga y presentadora Daniela Blume ha sido una de las últimas en hablar sobre su experiencia en esta red. Ella ya de por sí no se corta para subir nada a su Instagram, pero sabemos que a él no le gusta que enseñes tus frescos. Así encontró su vía de escape perfecta en OnlyFans: poder subir lo que te salga del toto... y encima cobrar. Si es que hasta suena bonito.
Pidiendo una suscripción mensual de unos 19€, consiguió ingresar 20.000€ en su cuenta en las primeras 24 horas: "Yo el primer día subí una foto de un plano detalle de mis pechos, que no se veía nada, pero que la subo a las redes y me la censuran. Y con esa misma foto, a las 24 horas gané este dinero. Y flipé y dije: 'este lugar es increíble'". Un ingreso que, además, asegura que "va a más".
Entre otras cosas, la Blume también contó cuál era una de las peticiones que solían hacerle sus suscriptores: "Hay muchas parejas y me han pedido ropa interior para ponérselas, él y ella". Sí, queridos, tiene que haber gustos para todo. Después aclaraba sobre este tipo de peticiones: "En realidad no me da la vida... No puedo usarla toda; todas las peticiones sería imposible. Pero usada sí puede ser, si no, mía sin más". Vamos, que como David Bisbal firmando discos, pero restregando otros ricitos contra las bragas. A nosotros nos surge la duda: si una noche la muchacha se pasa comiendo picante, ¿al día siguiente sube el precio de las bragas a modo de complemento? Es para una amiga.
"Ha habido gente con la que intimo y me gusta", explicaba. "Esta plataforma es como todo: cualquiera puede darle un uso totalmente personal. Para mí OnlyFans es como mi novio: si tú te suscribes a mi plataforma lo que recibes es lo que verías si fueras mi pareja. Como el confesionario, pero sexual". Mira, queremos pensar que esto forma parte de un plan de marketing más tocho que el de El Corte Inglés, porque si no nos suena un poco rarito. "El que se suscriba puede saber cómo vivo mi sexualidad, cómo la siento, qué me gusta".
Pero, como todo, ella también pone sus límites. Entre ellos, no hace videollamadas. "Tampoco quedo. Pero sí que es verdad que a veces he conocido a personas que me interesan personalmente. Pero no quedo con alguien en principio".
En fin, amiga, ¿qué nos lleva a pensar esto? Pues dos cosas: la primera es que hay mucha gente que pagaría mucho por ver a los famosos haciendo cositas íntimas... y segundo, que hay otra cantidad grande de gente que aún no ha descubierto el porno gratuito.
