¿Qué le ha pasado a Ana Rosa? ¿Se le ha olvidado combinar sus gafas con su estilismo? ¿Ha dicho un comentario nada incendiario y progresista? ¡No! Es una tontada del tamaño de la caravana que te comes antes de ir a trabajar/clase. La reina de las mañanas (compitiendo con la leche entera y el bollo con aceite en ese codiciado trono) ha empezado a escuchar un irritante pitido que la ha puesto de los nervios.
La conductora del programa que lleva su nombre pero donde raramente se deja ver (tiene más vacaciones que días cotizados) ha mirado su súper mega ultra caro smartwatch y ha dicho extrañada “Espérate, ¿qué le pasa a esta cosa?”, dando a entender que ha sido su muñeca el origen de ese ruido durante todo el programa.
Todos los tertulianos cuñaístas, que han hecho de su máximo defecto en Nochebuena una profesión, estaban perplejos ante la situación, como mirándose sin atreverse ninguno a decirle nada a la gran jefa. “Ah, es el tuyo. Estábamos todos mirándonos diciendo ‘¿qué pita?’”, ha dicho uno de ellos disimulando acabar de enterarse de la procedencia del estridente ruidito. ¡Menos mal! Conociéndola, Ane Rose estaría a puntito de llamar a Iker Jiménez...
Al final, este surrealista episodio ha acabado con la típica risa que no se desata hasta que la inicia la jefa (vaya a ser que se cabree con tiranía) y todo el plató ha puesto a descojonarse para que Ana Rosa no se quedara sola. “Se ha vuelto loco”, decía con esa inocencia de toda madre que no controla del todo las nuevas tecnologías.
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