Beatriz Montañez lleva cinco años fuera de la televisión, como la mayoría de los tronistas de 'Mujeres y Hombres y Viceversa', pero por decisión propia. La mítica presentadora de 'El Intermedio' y 'Hable con ellas' tomó la decisión de alejarse de los focos para adentrarse en sí misma desde una cabaña en mitad de la naturaleza donde Cristo perdió la chancla. Una decisión de la que no parece estar nada arrepentida, ¡todo lo contrario!
Este retiro espiritual en la naturaleza, confinamiento voluntario, giro de 180 grados tras 8 años de tele, Heidi life style o como queráis llamarlo, ha servido de inspiración a la periodista para escribir Niadela, un libro que ella misma ha definido como "un diario paralelo" de su nueva vida campestre de hacerse vestidos con las cortinas (a lo Julie Andrews en 'Sonrisas y Lágrimas') en la rueda de prensa de la Feria del Libro de Valladolid.
La casa de campo donde vive Beatriz Montañez
Niadela (Libros salvajes)
Su día a día se acoge a la máxima de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, algo que reporta mucha felicidad a Montañez: "No hay dinero en el mundo que te pueda comprar la paz. Por mucho dinero que ganara en televisión, por mucho futuro que me esperara, prefiero la vida austera que llevo. Cien mil veces lo volvería a hacer antes que la vida que llevaba", respondía Beatriz a los que un día fueron sus compañeros descartando, de momento, la idea de volver a la televisión.
Aunque estos días se la ha visto más en la tele que cuando trabajaba en ella (por la promoción de su libro), la excompi de Rocío Carrasco asegura que su retiro campestre le ha hecho “pasar de tener mucho dinero a controlar los gastos de manera muy austera y reducida", entendiendo a partir de él que "los pequeños lujos hacen mucho más feliz que todo lo que podía comprar con un dineral antes". Yo prefiero llorar llenando mi jacuzzi del yate (a lo Cristiano Ronaldo), la verdad.
Beatriz Montañez, Rocío Carrasco, Yolanda Ramos, Sandra Barneda y Alyson Rae Eckman, las presentadoras del mítico 'Hable con ellas'
Vaya, que ni encendiendo una velita a San Antonio, ni ofreciéndole una docuserie de 12 capítulos, ni siquiera invitándola a jamón 5J con vino gran reserva (no existe delicatessen que le pueda llevar a sentarse con Bertín Osborne) volvemos a ver a la periodista de sonrisa eterna aceptando un proyecto televisivo, al menos sin tener una máscara encima y cantando en playback:
"No veo muy realista volver a lo anterior, de verdad. En televisión pensaba en una vida alternativa y ahora no se me pasa por la cabeza. Estoy satisfecha, disfrutando. La felicidad está sobrevalorada. Se trata de disfrutar lo que estás haciendo", ha reconocido la escritora alternativa.