Zahara pide perdón por publicar contenido "tránsfobo" en Instagram: "Me arrepiento enormemente"

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Cualquier desliz te puede llevar a que Instagram, Twitter y cualquier otra red social (hasta Tinder si me apuras) se te eche encima. Esto ahora lo sabe bien la cantante Zahara, que hoy lo ha vivido en sus propias carnes hace solo unas horas.

Pongámonos en situación. Y es que todo ha ocurrido después de que la muchacha publicara en uno de sus stories de Instagram el siguiente cartel que se ha encontrado en el baño de algún espacio público.

Zahara stories

¿Que qué ha venido después? Pues la crucifixión de Cristo se queda al nivel de un capítulo de 'Peppa Pig'. Twitter se ha vuelto loco en un momento para calificar a Zahara de "tránsfoba" para arriba. O, más concretamente, usando el término TERF (las siglas de trans-exclusionary radical feminist, o feminista radical trans-excluyente, para que nos entendamos).

 

¿El motivo, por si se te ha escapado? Que en el cartel, que se encuentra en un baño de mujeres, se hace referencia a que "si puedes leer esto mientras meas" debes ir al de chicos. Entendiendo que se refiere a los chicos, pero excluyendo también a las mujeres trans con pene que, efectivamente, aún siendo mujeres, mean de pie.

Tal ha sido el pifostio que se ha armado que ha tenido que borrar rápidamente la publicación y, poco después, ha compartido un comunicado en el que pide perdón, asegurando que "en cuanto he sido consciente de todo su trasfondo lo he borrado porque no estoy de acuerdo con él".

"Ahora veo lo dañino del mismo y me arrepiento enormemente de haberlo compartido", añade, además de aprovechar para "manifestar públicamente mi apoyo a todas las personas trans".

¿Que si esto ha valido? Pues poquito, para qué engañarnos. Porque no necesitas más que cometer un desliz para que ya te cuelguen el sambenito.

Porque en redes, además, eso de las buenas formas se conocen menos que en todas las temporadas de 'Hermano Mayor'. Porque, ¿dónde está la línea entre reeducar y martirizar? Es una línea más fina que las cejas de Alaska, amiga.

Enseñar a hostias, queridos y queridas usuarios de Twitter, ya aprendimos hace años que no es la mejor forma.

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