Rafael Nadal está concluyendo un año de verdadero ensueño. Tras convertirse en el tenista número uno del mundo, cosechar nuevos e importantes éxitos deportivos y la concesión del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, poco más podría pedir. Pero lo cierto es que también acaba de ser nombrado el personaje mejor valorados por los españoles (según el barómetro de Personality Media). Razones no le faltan al manacorí.
Garra, furia, esfuerzo unido a sencillez, humanidad y humildad son algunas de sus cualidades que exhibe por medio mundo con su tenis y con su simpatía. Defiende siempre bien sus orígenes españoles y su honestidad está fuera de toda duda. Un deportista de élite, exitoso que cae bien y que es tan entrañable que entran ganas de darle un abrazo si te cruzas con él. Rafael Nadal es un ejemplo a seguir, no sólo para futuros aspirantes a estrellas del tenis, sino a cualquiera que quiera ver cómo compaginar el éxito, la fama y que no se suba a la cabeza. Bravo por Nadal. Un gran tipo.
Vía | Abc
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