Hay que ver lo que nos gusta a los poproseros una fiesta llena de modelazos, que empezamos a salivar como locos pensando en lo que os podemos o no podemos contar, así que mira, hoy toca dedicarle el Fashionistas de la semana a los modelazos ideales de los LACMA, que de todo hubo, como en botica, tanto de lo bueno como de lo malo. ¿Preparados?
De negro, casi siempre bien
Empezamos dándole un repaso a eso que siempre triunfa: el negro, que da igual a lo que vayas (bueno, casi igual) que te plantas un modelo de color negro y siempre vas a ir bien. Fondo de armario, como este vestido de Amber Heard, que decir no dice nada, pero le plantas todo eso que tiene al cuello y el resultado es magnífico.
Muy en su línea, Salma Hayek se peta un montón para lucir las curvas que Dior le ha dado en este vestido con un hombro al descubierto, moño elevado que la hace parecer más alta y aguantando la respiración. Un día de estos nos revienta una costura modo Sofía Vergara y la liamos. Pero mira, este tipo de vestido es un clásico que siempre triunfa.
Por algún lado leí que este año es el de los escotes rarunos, pues mira, Jennifer Morrison se lleva la palma con un vestido raruno pero de lo más resultón. Eso sí, hay que estar tipo fino, que yo me pongo eso y se me escapa algo en los sitios donde no hay tela.
Con el modelo que llevó Ginnifer Goodwin tengo gustos encontrados. No me decido, porque por un momento me gusta y por otro me horroriza. No sé yo si a esta chica el estilo madrastra malvada con pluma de cuervo es lo que más le va, o tan oscura, que le veo hasta cara de poca salud. Me gusta más cuando va con sus tonos pastel y sus cuellos bobos. Bueno, sí que hay algo que me gusta: la foto que encabeza el post, que está muy guapo el chico.
Jane Fonda se puede permitir hacer lo que pocas harían: ir a una gala en bailarinas, que es lo más cómodo y seguro que su presunto juanete llegó a casa descansadísimo. Que no está mal de todo, pero el aspecto es más de "quedo a comer con la nuera" que "me voy de gala", cómoda, eso sí.
A ver, que levante la mano el que como yo ve a Minka Kelly extremadamente viejuna con este vestido. Con lo mona que es esta chica y lo que se gana apareciendo del ganchete de Chris Evans, y va y se planta un vestido modelo baile de fin de curso del 2009 con cuerpo aterciopelado y moñete raro. El fantasma de las galas de la década pasada para mí. Una pena.
Los chicos lo tienen fácil, que lo suyo es el traje oscuro y ya están ideales, pero también hay que saber elegir y Robert Pattinson lo ha hecho a la perfección. Hasta lo veo menos lánguido que otras veces, se ve que purgar penas y la segunda oportunidad le sientan bien.
De colores chillones, que se nos vea bien
Vamos ahora con las que arriesgaron poniéndose todo el color del mundo. Empiezo con Amy Adams, a la que creo que no he visto jamás con un vestido feo o que no le sentara bien. Convencida de que se puede colgar una lagartija de donde quiera que estará dulce y perfecta. El vestido es un clásico en un color de moda.
Si exceptuamos el largo de la falda, que viene perfecto para destacar las piernas sin fin de Cameron Díaz el vestido sólo nos llamaría la atención (aparte del color, claro) por el temebundo collar, pues no, aquí la reportera dicharachera os informa que la espalda era completamente al aire, ahí, encontrando sorpresas al girar. Espectacular.
Evan Rachel Wood fue dejar de salir con Marilyn Manson y volver a ponerse todos los colores del mundo, como si recuperara el tecnicolor... y los brillis, que aquí iba pasada de dorados, pero ella se lo puede permitir como la que más. Los excesos le sientan de lo más bien.
A mí os debo de confesar que de Rosie Huntintong lo único que me suele gustar siempre es su novio, el resto tiende a dejarme indiferente por culpa de su cara de mal café, pero mira, sorprendente el vestido que por delante no tiene nada, caído modo saco y por detrás lo enseña todo con repujado.
Más sorprendente es aún que Anna Wintour sea una de las señoras más influyentes de todo el mundo mundial de la moda y tienda a espantajo siempre, empezando por ese pelo modo pelucón de todo a cien y terminando con ese estampado. Bueno, creo que después de esto nunca escribiré en Vogue, ¿verdad?
Pero sin lugar a dudas de lo peor que he visto últimamente es Rosanna Arquette: el dobladillo se lo cogió ella (y mal, que se notan las puntadas), puede que durmiera con el vestido puesto desde la anterior gala a la que fue, puede que aún lleve las pantuflas puestas y definitivamente no se peinó. Chica, un peine y un poco de plancha lo mejoraría todo.
Pues ea, esto es todo por este martes en el que hemos destacado y criticado unos cuantos modelitos en nuestro Fashionistas de la semana. El próximo, pues más y nuestra intención será que mejor.
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