¿Estaremos equivocados con Paris Hilton?


Mira que he invertido tiempo y esfuerzo en intentar comprender a la pobre-oveja-descarriada Paris Hilton pero nada, que no lo logro. Por más que la veo, la observo y la estudio, creo que es todo lo contrario a lo que ella se afana por hacernos comprender (y creer). Hace un par de meses aseguraba, sin pudor, que era poderosa, divertida, guapa, inteligente y con éxito. Poderosa lo es, porque anda que el apellido no le ha salvado el culo en innumerables veces, divertida…si hay alcohol de por medio, pero lo de guapa, inteligente y con éxito, querida, creo que esa no eres tú.

Pero no contenta con todo esto, ahora la rubia afirma que le parece vergonzoso que se la considere como se la considera cuando ella es:

“Sensata y cualquier cosa menos consentida”.

No, que va… ella, la que se considera una chica de negocios, que afirma que ha levantado por sí sola su pequeño imperio dice que su problema es que, a causa de su apellido, mucha gente cree que no tiene que trabajar, que es una chiquilla consentida y que le han servido todo en bandeja de plata, pero eso no es cierto. No.

Por eso Paris Hilton se dedica a buscar amigos en Dubai en su programa My new BFF (Mi nueva mejor amiga) porque a sus 28 años, dice que le resulta muy complicado encontrar verdaderos amigos, y que con las buenas amistades que conserva, siempre ocurren malentendidos:

“Nunca sabes por qué motivo la gente quiere contactar contigo para quedar o charlar, pues muchos sólo buscan aprovecharse”, señala.”

Y esto desde luego lo hacen todas las mujeres de negocios americanas, a cargo de un imperio heredado de uno de los grandes magnates hoteleros, para que no se vaya todo al traste e intentar que el apellido que lleva a sus espaldas no caiga en desprestigio y escarnio público, ¿a que sí? Venga hombre, Paris, madura un poco y aterriza, que te hace falta chiquilla.

Vía | 20 Minutos

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