Desde luego que Hilary Duff no se puede quejar de boda en absoluto y menos aun de Luna de Miel (en verdad sí que puede, que fue un poco corta). Según los invitados a la celebración, debió de ser un espectáculo digno de ver, y tanto Hilary Duff como Mike Comrie pensaron hasta en el más mínimo detalle para que la boda saliera a la perfección. Y así fue. Pero claro, luego les tocaba disfrutar a ellos por separado y en la intimidad y el asunto no se debió de quedar nada corto tampoco.
El destino elegido fue México, y ya, desde que Hilary llegó al aeropuerto de San Lucas pudimos ver como no iba a ser una luna de miel apta para diabéticos. A la bajada del avión le esperaba un azafato con un ramo de flores y una nota dentro que declaraba el amor incondicional de Mike a Hilary (o Mr. & Mrs. Comrie, las cosas por su nombre), para después llevarla al hotel ‘El Dorado golf, spa and beach’, donde allí les esperaba unos días de lujo, relax y sosiego, con pétalos de rosas y champán de por medio.
Les dio tiempo a usar el jacuzzi, a que los paparazzi se metieran dentro para demostrar al mundo entero que efectivamente estaban usando el jacuzzi (y con el dinero de las exclusivas pagarse los gastos de la boda), a irse a la playa, darse un chapuzón y escribir en la arena lo mucho que se quieren (hasta que las olas les separen) y una infinidad de actividades más para poner el broche a una de las bodas más seguidas de este verano. 6 días de amor y seis días de mimos, eso es lo que ha sido la luna de miel.
Os dejo con algunas de las fotos que concedieron a la revista Ok! Magazine. Disfrutadlas (y cuidado con el azúcar).
En Poprosa | ¡Hilary Duff ya se nos ha casado!
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