Estas son las picantonas notas de audio (y otros mensajes) que Antonio Canales Rivera enviaba a Cynthia Martínez a espaldas de su novia

Cynthia Martínez, esa exviceversa que ha enfrentado a Antonio David Flores y Antonio Canales Rivera durante toda esta última semana, se ve que este sábado no tenía plan y se ha dejado caer por 'Sábado Deluxe' para dar su versión sobre el supuesto affaire que ha tenido con el primo de Kiko Rivera, traer pruebas y corroborar si el colaborador traidor de 'Sálvame' realmente ha querido sacar tajada económica de todo este despellejamiento a su compi o, por el contrario, solo quiso traer información jugosita para el mundo del cancaneo.

La supuesta amante de Canales Rivera ha asegurado durante esta noche (en la que le ha cortado el rabo y las dos orejas, que no las va a poder agachar de cara a su novia) que ella pensaba que la relación paralela que llevaba este con su pareja actual era solo un 'pelar la pava', una 'follamiga' o un match en Tinder, y que por eso siguió pico y pala con Antonio, porque él le hizo creer que estaba más libre que un pedo recién gaseado: "Canales le quitó importancia a su relación y pensé que era solo un rollete", ha mantenido Cynthia.

La que también estuvo con Efrén (y ha sido negada por ambos) ha demostrado que, al menos, Canales Rivera (primo de Fran, Kiko y Cayetano) dialogaba de forma muy picantona a través de notas de audio con ella. De hecho, la nueva proto-famosa de moda ha puesto su móvil a disposición del programa, un poco más y vemos los kilómetros que anduvo el otro día por el paseo de su pueblo, para evidenciar que lo que estaba contando era cierto.

"Pues muy bien bichillo. Aquí estoy en casa de mi tío con él, que paso el día con los niños dando un paseíto y después como con ellos y por las tardes me vengo con él y ya me quedo a dormir que es lo que él quiere y está más tranquilo, así que aquí viendo una peli muy mala, solito y con ganas de verte", se escuchaba decir a Canales con una tonalidad de voz más "pornosa" (que no 'Poprosa') que la de Daniela Blume en sus programas guarrindongos de la radio.

Según Cynthia, cuando el menos VIP de los Rivera le envió esos mensajitos, él ya llevaba unos cinco meses con su novia. No obstante, la última conversación entre Canales y Martínez fue hace apenas unos días, el 4 de diciembre para ser exactos, lo cual hace pensar que este desliz tiene más relevancia que el toque de queda.

La invitada de este programa, que nos trae todos los salseos del cancaneo que todo cuerpo necesita un sábado por la noche ahora que las discotecas cerradas por el covid, ha asegurado que Canales estaba ansioso por verla durante todo el tiempo que estuvieron chateando: "A ver si pasamos un ratito juntos y ese ratito depende de ti que se repita", le decía.

Cynthia, con nombre de niña repipi pija del insti de una serie americana de 'Netflix', le insistía al que seguramente vota a un partido de derechas en que no podía seguir viéndose con él mientras que tuviera algo con otra chica, porque iba en contra de sus principios (de querer hacerse famosa, pero sin quedar demasiado mal) y porque no le parecía bien que estuviera siendo como el arroz, yendo a (2) bandas.

Pero, según este testimonio, Canales era más insistente que el lobo de los tres cerditos que se jugó la embolia por tal de derribar las tres casas en una tarde tonta de invierno, porque el nuevo colaborador de 'Sálvame' quería hacer posible un último encuentro. "Inventaremos algo en cuanto se pueda", leía Cynthia de su WhatsApp libre de stickers y de grupos de padres del cole pesados y bajo el beneplácito de Jorge Javier, que lo ha corroborado todo con sus gafas con cristales (no las habituales).

Además de los audios, las pruebas más fehacientes dado que podíamos escuchar la aterciopelada voz de matador de Canales, Cynthia Martínez también ha facilitado otras pruebas de su romance con el torero al programa que le está pagando todos sus caprichitos de aquí a unos cuantos meses (mucho mejor que cobrar un ERTE). Por ejemplo, esta conversación que estáis viendo, escrita bien racionada de emojis y donde el primo de los Rivera hacía encajes de bolillos para poder quedar con la susodicha.