La historia de Kate Upton es la historia de un angel caído que sin quererlo ni saberlo ha renacido de las cenizas cual Ave Fénix y se ha situado por encima de todos ellos. Y no, no estoy hablando en sentido figurativo, es todo muy literal ya que imagino que sabréis que no dejaron que Kate entrase en los Ángeles de Victoria's Secret porque la rubia tenía demasiadas curvas. Y mira tú por donde que a nosotros nos gustan más así que marcando costillas... llamadnos ratitos.
Por eso, los de Sports Illustrated, que saben cuando algo tiene tirón mediático y cuando puede reportar dinero (porque no nos engañemos, menudos pechos que se gasta la amiga en la portada...) han apostado por Kate Upton que sin ella quererlo, se ha convertido en todo un símbolo de las mujeres con curvas que a pesar de que los estereotipos les echen para atrás sus sueños, siguen peleando como guerreras. Que sí, que suena súper idílico... pero es tan cierto como la vida misma.
Y de hecho es de eso de lo que habla en la entrevista, de como sus curvas y su figura de mujer sana le ha traído en el mundo de la moda y las pasarelas más problemas que beneficios pero que después de pelear y no desistir en el intento, se ha hecho con la portada de Vogue, es la imagen de varias firmas de moda y la gente le idolatra tan solo por ser ella misma. Y eso, como auto-realización, no tiene que tener precio.
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