Pasito a pasito se van construyendo las relaciones, y de eso Keira Knightley y James Righton entienden un buen rato, que antes de meter la pata y precipitarse por dar un paso en falso, prefieren ir con calma pero sobre seguro y hacer las cosas como tienen que ser. Por eso no hablamos de bodas ni de pepinillos en vinagre, hablamos de que ambos han decidido que lo mejor es irse a vivir juntos (bueno, más bien que él se vaya a vivir con ella, que es la que tiene la casa más grande) y empezar el proceso desde cero.
¿Qué proceso? Pues cual va a ser, el de aguantarse juntos todos los días aunque el otro se levante de la cama sin peinar, resacoso y con ese olor a sábana mañanera que a todos nos gusta tener. Al parecer, Keira Knightley se lo propuso y James Righton, que él para estas cosas siempre ha sido muy cumplido, no ha podido declinar la oferta y ha aceptado a cambio de una condición.
Como hemos dicho que las cosas se hacen poco a poco y eso de meternos en materia de tener niños es una cosa muy lejana para ellos, han optado por comprarse una mascota y ver que tal se les da la convivencia de tres en un mismo habitáculo. Y dentro de lo que cabe se han lanzado a la piscina, que podían haber elegido un cactus y sin embargo se han decantado por el perro... si es que no podemos negar que nos gusta el riesgo hasta para la convivencia ¿verdad que sí?
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