La familia de Paula Echevarría y Miguel Torres ha crecido. Está claro que ahora sí que no pueden vivir en un pisito del centro de Madrid (¿Tú has visto esos pisos? ¿Dónde iban a meter la cuna del niño? ¿En el horno?). Aunque, en este caso, el nacimiento de Miki en abril no ha supuesto un problema de espacio en su casa... Pero sí en otros sitios.
Como, por ejemplo, el coche. Y es que tener una familia es muy bonito, precioso (o eso dicen), pero también tiene algunas pegas: no poder ir nunca más en un coche deportivo de dos plazas... A no ser que lleves a los niños atados en el capó, pero eso igual no está muy bonito.
Así que la Echevarría y el Torres han tenido que hacer una inversión obligada para aumentar el espacio. ¿Y cuál ha sido? Pues un coche más grande. Pero no un coche normal, qué va. No un Seat Picasso de toda la vida... Ya que se ponen, se han dado el caprichazo y se han comprado un Volvo. Así mismo lo mostraba la actriz en su cuenta de Instagram:
El coche en cuestión es el modelo XC60, un SUV (un utilitario deportivo, para que nos entendamos) de color marrón chocolate y con motor híbrido. Si se te están haciendo los ojos chiribitas, ve olvidándote. Porque el carro cuesta, ni más ni menos, que unos 50.000 euros.
Pero es que la cosa no queda solo ahí. Porque este es el precio base, y si te pones a añadirle más complementos que a una Barbie, los dineros se te pueden subir hasta los 70.000 euros y más.
Eso sí, lo que está claro es que ahora van a caber todos y bien a gustito. Como si quieren tener otro retoño, que también les entra. Dos más igual ya no. Que como se nos vengan arriba como Verdeliss, ya les hace falta un microbús...
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