Poner una hoja de reclamaciones es de pobres. Las superestrellas que venden superexclusivas de bodas, que son exponentes de corrientes (y curvas) tan socialmente relevantes como la pantosensualidad y las auténticas damas de la televisión denuncian directamente. Así lo ha hecho al menos Anabel Pantoja con el médico de urgencias que la atendió tras el día de la gran boda canaria.
La panto-denuncia ha llegado por Instagram, el burofax millennial. La reina de las tarimas folclóricas ha calificado de "vergonzoso" el trato de un señor "trabajador" al que no piensa considerar "médico" tras haberla atendido solamente empleando "un palito de madera de lejos" cuando le comentó los síntomas que presentaba: tos, ansia y ganas incesantes de echar la raba constantemente.
"Como sabéis, hace dos días acudí al hospital, nada grave, solo un dolor de garganta que tenemos todos los invitados a la boda por el relente, de los gritos, de lo que fuera. Tenía una placa y me recetó antibiótico. No me hizo nada, pero he ido a peor, he empezado con mucosidad, más tos, he llegado a vomitar por las propias arcadas que me provocaba la tos", ha comenzado relatando la afectada de este drama para nada digno de un capítulo de 'The good doctor'.
La sevillana está convencida de que el médico, al que ha puesto nombre y apellidos en varias ocasiones, no ha hecho bien su trabajo: vamos, como ella cada vez que va a 'Sálvame' y no suelta prenda de su familia o se coge un rebote de la hostia para justificar el llegar antes a casa...
"Al recetarme el antibiótico la otra médico, me dice que no puede volver a recetármelo. Le he pedido que me recete algún pinchazo. Me ha dicho que no puede, que me tome un Frenadol. Si vengo es porque estoy peor, no me ha dado ninguna solución. Me ha dicho que yo no puedo obligarle a nada. Yo le he dicho que ella no estaba diciéndole nada. Le he comentado simplemente lo que me hacen cuando voy a urgencias a Sevilla o Madrid", denunciaba la señora esposa de Omar 'el Negro', que ya se debe haber arrepentido de casarse con ella tras las noches tos-ledanas que le debe estar dando Anabeyonsé.
Vómitos en directo
Anabel se ha ceñido a la burocracia del centro médico, además de tomarse la justicia por su mano publicando 700 horas de instastories relatando su drama al más puro estilo Rocío Carrasco: "Me ha querido recetar Frenadol. Le he dicho que se ahorre el papelito, he puesto una hoja de reclamaciones con todos mis datos. Este médico ha sido una persona que no me ha querido solucionar mi problema con la garganta", añadía la pantoprima poniendo en duda lo recetado por el doctor y hablando de "su problema de la garganta" como si fuera un mero trámite.
Finalmente, la Pantoja se ha comprometido a poner un canal 24 horas en su WC para que todos seamos testigos de lo malita que está: "Ha visto que estoy bien, pero cuando me dé el ataque de tos voy a intentar que El Negro me grabe para que me veáis vomitar en directo. Esto es la sanidad privada, porque me da mucha pena porque en este hospital me operaron. Me ha dado vergüenza, ahora tengo que buscarme otro hospital. Tengo ahora muchas cosas que hacer y tengo que estar al 100%", finiquitaba Anabel su tragicomedia de burguesa desesperada con muchos regalos que abrir (bueno, no tantos) y más bailes de aerobi que grabar.