No sé si es maldad o es que la dibujaron así, pero las acusaciones que Luisa Carrasco (madre de Antonio David) vertió contra Rocío Carrasco (fíjate tú qué casualidad lo de los apellidos, ni de eso se libra la hija de la Jurado), para evitar que esta consiguiera la nulidad matrimonial eclesiástica, son de tal repugnancia que aún no se han inventado adjetivos capaces de definir dicha fechoría con propiedad.
Tras presentar la demanda de separación por lo judicial, Rociíto se dirigió al Tribunal Eclesiástico de Sevilla para conseguir la nulidad de su matrimonio como guinda del aparatoso divorcio que estaba llevando a cabo por aquella época.
Aunque la Carrasco consiguió que su familia materna (Gloria Mohedano, entre otros) testificaran a su favor denunciando lo mal que se había portado Anthony Deivid Flowers con ella, lo cierto es que las declaraciones de la madre del "padre impío" (como lo llama ella) que recoge este documento del Obispado de Málaga obnubilaron cualquier tipo de alegría que sintiera Rocío al ser aceptada su petición en primera instancia.
Doña Luisa Carrasco empieza calentando motores pintando a su hijo como San Antonio David: "A mí no me consta que mi hijo haya cometido infidelidad alguna dentro del matrimonio", me la imagino testificando enseñando una imagen de Flores con una sotana negra, una aureola y las manos ensambladas 'like a prayer'... ¡Solo le faltó decir que su onomástica es el 8 de marzo (día de la mujer)! Esto es para mear y no echar gota.
Pero las declaraciones más duras son, sin duda alguna, estas: "Mi segundo nieto nació con ciertos problemas achacables a la vida poco decente que tuvo su madre durante el parto", sentenciaba como si Rocío hubiera aprovechado que la matrona estaba sacándole al bebé para hacer un botellón... ¡Tiene narices!
"El sacerdote de allí me invitó a tomar un café y se desahogó conmigo diciéndome lo que en realidad había pasado, cuál era la causa de que mi nieto naciese con esos defectos, que a la edad de cinco años que ahora tiene parece un niño de dos años", proseguía la abuela de David Flores utilizando el improperio y la descalificación como tónica general en su discurso.
Pero ya, el remate de todo es que Luisa achaca a Rocío todas las penas que han pasado en su vida, en la de la familia Carrasco, en la del frutero del barrio y su vecina del sexto: "El padre de ella murió de un infarto y mi marido lleva dos años y medios padeciendo alzheimer como consecuencia de la vida desarreglada de Rocío", decía acusándola de tener más efectos secundarios que la 'astraZeneca'.
Rocío ha querido contestar a todas estas inquisidoras palabras de la madre de Antonio David, a pesar de las cuales consiguió la nulidad matrimonial en primera instancia, con prudencia y serenidad, aunque rebosando lágrimas de impotencia:
"Ella sola es la que se ha retratado. De casta le viene al galgo. Es una persona mayor y solo puedo decir que eso es la mayor aberración que se le puede decir a una madre, se ha calificado sola diciendo eso", ha sentenciado ante una periodista que, leyéndole estas líneas, no daba crédito de lo que tenía entre sus manos.
