La coherencia y la credibilidad de un influencer, normalmente, brilla por su ausencia: como si las hubieran regalado en uno de sus tropecientos sorteos diarios. Más aun cuando se trata de Marta López Álamo, esa que es capaz de promocionar una marca de ropa a la par que da trabajo a su fisioterapeuta a través de una foto en la que posa como 'Crónica de una Ciática Anunciada'.
Cuando alguien se ha sentado con el bañador mojado en ese sofá antes que tú
La novia de Kiko Matamoros, que hasta hace cinco días veía Disney Channel y su película favorita era 'Gru: Mi Villano Favorito' (igual por eso se fijó en Kiko, por su razonable parecido), se ha sincerado a través de unas preguntas que le han hecho sus followers por petición de ella misma en Instagram, el 'McAuto' de las entrevistas a famosas.
Gracias a esta quasi auto entrevista (a lo Ángel Garó) hemos podido sacar varias conclusiones acerca de Marta. La primera, que deberían comprarle una Game Boy Color o algo para que la chiquilla se entretenga, porque hay que estar muy aburrida. La segunda, que ver a Marta López Álamo concursando en un reality podría estar más cerca de lo que pensábamos.
"Me han ofrecido todos", ha dicho la tocaya de la del 'Merlos Place' con la risita de pillina típica de cuando el guaperas de la clase te invita a ser parejas de autobús en la excursión a la granja escuela. "El único que me podría plantear sería 'Supervivientes'", ha dicho sobre el reality más cotizado para los famosos, como si por el hecho de que pasen hambre en una isla desierta se nos olvide que están cobrando un pastizal por viajar al Caribe. Mucho más duro 'La Isla de las Tentaciones', dónde vas a parar...
Hasta ahí, todo bien, todo correcto y yo que me alegro. Sin embargo, ya estaba tardando mucho en meter su larga y delgada pata. La influencer ha empezado a renegar de Telecinco, es decir, ha mordido la mano que le da de comer (por poco que coma). Sí, porque Kiko Matamoros sale hasta en la carta de ajustes y eso se traduce en dinero, dinero y más dinero, que se lo digan a la pobre Chelo.
"No me gusta que sea de Telecinco ('Supervivientes'), no me gusta que sea un reality... me gusta la experiencia pero no que sea un reality". Vaya, que lo que no le gusta es trabajar.
No, si encima querrá saltar de un helicóptero, estar en unas playas vírgenes exclusivas, embolsarse un pastón y ver a Lara Álvarez en persona (lo mejor), pero sin que la graben, que a la chiquilla le da vergüenza. Solo cámaras cuando ella quiera y con el filtrito de Instagram para hacer promo de los bikinis que le regalan. Porque no se compra uno desde la comunión, las cosas como son. La dura vida de la instagramer... ¡Pero tendrá jeta!
