Los cortes que Ana María Aldón dedicó ayer a la familia de Ortega Cano se escucharon hasta en Rumanía, donde curiosamente está Gloria Camila disfrutando de una boda de lo más random de una amiga íntima de la que desconocíamos su existencia hasta la fecha. La mujer del torero se sentó anoche en 'Déjate querer' y no tuvo ningún reparo en poner a caldo a su hijastra, esa que tan difícil le ha hecho la vida estos últimos meses.
El regreso de la colaboradora de 'Viva la vida' al espacio público llegó después de que la Aldón consiguiera por fin dormir gracias al trabajo que está haciendo con sus especialistas, esos que le aconsejaron salir temporalmente de la tele.
En el plató de Toñi Moreno, Ana María encontró la comodidad para poder confesar que no se siente respetada por la familia de su marido, especialmente por Gloria Camila. Aldón reconoce que el comentario de su hijastra sobre sus modelos para la 'Sálvame Fashion Week' (que, según ella, eran "para personas más mayores") al igual que otros muchos fueron innecesarios. "Arreglar la situación con Gloria es difícil porque no todo se sabe", llegó a declarar.
Fue Gema, la hija de Ana María, también la que supo atizar con mucha elegancia a Gloria K, que la bloqueó de sus contactos cuando le pidió por favor que tratara mejor a su madre: "Conmigo no ha tenido mala actitud, pero no me gustan algunas que tienen con mi madre. Ya no son palabras, son gestos, miradas... hay cosas que dicen más que las palabras", sentenció en 'Déjate querer'.
Gloria Camomila ha aprovechado su exilio en Rumanía para no reaccionar del todo a Ana María sin cobrar un duro. Ha respondido escudándose en los haters, sí, pero también jugando con la ambigüedad: "Con lo fácil que es dar una opinión sin tener necesidad de faltar al respeto. Y, por favor, ahorraros el venirme con historias del pasado para justificar vuestras actitudes del presente", escribía en su Instagram pudiéndose referir tanto a sus seguidores menos afables como a la mujer de su padre.