Rocío Carrasco desmonta entre lágrimas las mentiras de Olga Moreno: "Le dijo a mi hija que yo era una mala madre y a mi hijo, que no iría a verle al hospital"

Bocatones
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Este episodio 8 de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' está superando con creces el umbral de 'qué fuerte, tía' de todos los anteriores. Remontándose a los años que siguieron al 2006, la Carrasco ha ido relatando el proceso de metamorfosis (involutiva) que experimentó su hija de niña inocente a brazo ejecutor de la rabia que Antonio David Flores ejercía sobre ella.

Concretamente, Rocío Carrasco ha recordado con auténtico pavor los días en los que, tras pasar quince días en el núcleo familiar de su padre, tanto David como Ro volvían a su domicilio para pasar la otra quincena que le correspondían de tutela como madre que promovió la custodia compartida con AntonioDá.

"Empiezo a tener pánico a esos lunes de regreso de los niños. Tres noches anteriores no duermo, el lunes desde que me levanto hasta que vienen me lo paso en el baño, vomito, me dan ataques de pánico, de angustia, me aterroriza que llegue un lunes a las cinco de la tarde cuando ellos vienen. Qué fuerte que una madre tenga que sentir eso de tus hijos...", explicaba Rocío con los ojos llenos de dolor al recordar esta tortura.

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Cuando Rotrece tenía 13 o 14 años, ya hacía sus pinitos como influencer de clase con unos collares de cuero que había elaborado junto a su padre y a la pareja de este. Rocío le pidió a su hija que se los quitara para evitar atragantamientos en el cole "saltando a la comba o jugando", una orden que solo podía ser más de madre si se la dijo cruzándose la bata de boatiné y los rulos en la cabeza. Vaya, todo un clásico.

Olga

"Me hace caso a regañadientes y pasan esos 15 días hasta que se va. Está 15 días en casa de su padre y vuelve con los collares me dice: 'Me ha dicho Olga que qué mala madre eres, que qué mala madre porque no me dejas ponerme collares'", ha relatado Rocío Carrasco mostrando la Maléfica que, según ella, hay detrás de Olga Moreno, esa señora que está todo el día tumbada en Cayo Paloma.

Para Rocío este gesto fue más que significativo, un punto de inflexión que le hizo entender la manipulación a la que se estaba sometiendo, según ha dicho, su hija: "Puede parecer una chorrada, En mi caso no es más que la muestra de lo que le sucedía. Quería ropa que no le pertenecía por edad y venía con ese tipo de ropa, que me decía que se la compraba Olga. Por mucho que luches y hagas llevas todas las de perder", ha objetado la Carrasco.

Rocío ha desmentido a la mujer que se fumaba los cigarros a pares en su jeta, la Aron Piper de Málaga y es que, según Rociíto, la esposa pitillera de AntonioDá solo tiene "huevos" (igual que su marido) en los 'Sálvame Deluxe' y en el 'Diez Minutos' (palabra de la Carrasco, amén).

“Olga se ha dedicado a decir que yo no atendía a mis hijos, que era ella la que lo hacía. ESO ES MENTIRA”, ha retratado a Olga Moreno, dando a entender que lo único que ha hecho por Ro Flores ha sido comprarle ropa talla Polly Pocket del Bershka cuando tan solo era una niña.

Además, Rociíto ha asegurado que tuvo que enterarse de uno de los ingresos de su hijo David por Ro Flores, ya que Olga y AntonioDá decidieron que lo mejor (para el salseo, porque no para los niños) era que los niños pensaran que su madre no les quería: “Ingresaron mi hijo y Antonio David no me lo contó. Me tuve que enterar porque llamé a mi hija. Dijeron a mí hijo que yo no iba a ir a verle al hospital”, ha certificado Rocío Carrasco.

En definitiva, Rocío tiene claro de qué clase de persona es Olga Moreno para ella: "Como puede decirle eso a un niño que está en el hospital... Es de ser tan cruel, asquerosa, deleznable... Eso no se hace con una madre aunque sea la más perra e hija de puta del universo. Yo no lo he hecho, yo no lo he hecho con su padre".

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