Ya hace unos añitos de la última vez que Isabel Pantoja amamantó entre sus senos de folclórica al pequeño Príncipe de Beckelar del alma en todo el mar del cancaneo conocido como Paquirrín. Quién le iba a decir entonces que su propio hijo iniciaría una trilogía vampírica al más puro estilo 'Crepúsculo' (que también iba de hacer sangre, de linajes y de personas fallecidas) llamada 'Cantora, la herencia envenenada'.
Pero Kiko Rivera, reconvertido en la versión de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) del Príncipe de Bel Air, está hasta los cataplines del clan Pantoja y se ha puesto a demandar a diestro y siniestro a la mano que le dio de comer, comenzando por el tito Agustín en el mes del orgullo gay. Conociéndolo, no creo que haya dejado nada al azar después de su insinuación en el 'Deluxe' donde le pedía que se aceptara "tal y como es".
Esta misma mañana, Isabel Pantoja y sus gafas de sol (debe haberse sometido a una cirugía para adherirlas a su rostro) se han presentado con un aura de dramatismo folclórico en los Juzgados de Chiclana de la Frontera para declarar a favor de su brother en la demanda que Kiko Rivera interpuso contra su tío por estafa, apropiación indebida y administración desleal.
Yo creo que el Dj cogió la lista de todo lo demandable y empezó a marcarlo todo cual pequeñajo escribiendo la carta a los Reyes Magos con el catálogo de juguetes de 'El Corte Inglés' delante (una cosa por página, mínimo). Solo le ha faltado denuncia a Agustín Pantoja por aparcar en segunda fila, tener los setos de Cantora en mal estado y combinar fular con chaquetón marrón color peomono.
El tito Agustín, que ha aparecido en los Juzgados agarrado a su hermana Isabel como si fueran dos señoras viudas en busca de maromo en las playas de Benidorm (aunque sin enseñar cacho), podría enfrentarse a cuatro años de prisión por la supuesta administración desleal del patrimonio de Isabel Pantoja y de Kiko Rivera mientras que ella se encontraba en prisión por el Caso Malaya. Motivo por el que la testificación de la tonadillera es más que relevante en esta causa.
Marta Riesco en 'El Programa de Ana Rosa donde nunca está Ana Rosa'
Según ha informado la periodista Marta Riesco en 'El Programa de Ana Rosa sin Ana Rosa', aún afectada y recuperándose por "la panto-mirada" asesina que ha dedicado Isabel a la prensa en su llegada a los Tribunales cuando le han preguntado si tiene miedo de entrar en la cárcel, los hermanos Pantoja han estado más de dos horas declarando ante el juez por la demanda interpuesta por Kiko. Desde las diez de la mañana hasta las doce y pico llevan de cháchara el investigado y la testigo con el letrado.
La Panto-mirada asesina de Isabel Pantoja al ser preguntada por si tiene miedo de volver a prisión
Fotos | GTRES y Telecinco