Qué poquito le ha durado a Tamara Falcó la negativa rotunda a dar una segunda oportunidad a Iñigo Onieva. La marquesa de Griñón, tan solo nueve días después de contestar un tajante "¿Estamos locos?" a la pregunta de un reportero sobre si perdonaría una infidelidad, ha asistido como ponente al XIV Congreso Mundial de la Familia en México organizado por una entidad ultrareligiosa antiLGTBIQ+.
En este evento celebrado el pasado sábado a las 23:00 horas española, Tamara reflexiona sobre lo importante que es el perdón para ella y sobre cómo debe ejercerlo con Iñigo Onieva a pesar de la forma tan inhumana con la que él la ha tratado: "Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón", ha confesado.
Al mismo tiempo no ha podido negar la fase de negación, valga la redundancia, en la que se encuentra: "No lo entiendo, o sea, no me cabe por la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de Dios", confiesa Tamara comprometiéndose a acercar a su ex al "verdadero amor" de Cristo.
"Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena, me da pena que con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, vea, o sea, que considere que esas son las cosas por las que vive, a mí eso sí que me da pena", añade la Falcó tras recordar la oración "tan fuerte" que tuvo con Dios al saltar el vídeo de Iñigo siendo infiel.
"Rogué muy fuerte que, si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara", se ha sincerado tras reconocer que la sombra de las rupturas amorosas a las que se han enfrentado sus padres le ha hecho reflexionar que Iñigo no le aporta el modelo de familia con el que siempre ha soñado.