Con Jessica Chastain tengo predilección al igual que la tengo con Emma Watson, no puedo evitarlo. Me parece que esta mujer rezuma clase y estilo por todos lados y además resulta poco convencional. Y muy desencaminado no puedo andar si resulta que los de la revista Vogue la tienen a ella también en palmitas y siempre que pueden la sacan en portada. Y no en una cualquiera, no señor, sino en la última del 2013 que eso quieras que no tiene más caché.
Con un vestido amarillo y sobre un fondo rojo como su pelo, Jessica Chastain posa como si la cosa no fuera con ella y cara de querer hacer amigos, o muffins, o amigos haciendo muffins. Está feliz y esta contenta y seguramente el hecho de que a día de hoy haya sido nominada dos veces para los Óscar influye bastante en ello, que a mí me pasa eso y no me borran la sonrisa de la cara en días. Eso sí, como siempre, las guapas nunca se creen que ellas sean guapas:
No me siento como una mujer bella por la que otra gente mataría por tener. Jessica, quien soy yo en mi vida personal, es muy tímida. Me siento rara, no creo que sea una femme fatal
Bueno, tranquila, no hace falta que tú lo creas, con que el resto pensemos así ya tiene casi todo apañado. Pero entre tú y yo y mira que no me llevo comisión por decirlo ni creo que me suban el sueldo, creo que sí que eres de las que cada vez que camina los hombres se vuelve y se chocan contra las farolas. Palabrita.
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