El pequeño del alma ha perdido la calma con su madre. No solo ha dicho que "la persona a la que idolatraba" ya no existe, que era un cuento de hadas; ni se ha quedado tranquilo aconsejando a sus followers que vean Netflix en vez de a su madre como jueza en 'Idol Kids' con niños que le hacen la pelota cada lunes; sino que ahora también, tal y como ha podido saber 'Semana', quiere llevar a la Pantoja a sentarse de nuevo frente a un juez para que declare sobre la herencia de Paquirri.
“Yo no cedí Cantora a mi madre a sabiendas. Firmé lo que ella me pidió”, ha contado el DJ a Mila Ximénez en 'Lecturas'. Kiko ha asegurado que la llamada en directo de Isabel en el 'Deluxe' para desmontar el discurso de depresión que él mismo compartió solo fue la gota que colmó el vaso, ya que el detonante absoluto fueron unas declaraciones de su madre que lo negaban de alguna manera: "¡Que no se le olvide a esta gente que aquí la única Pantoja que hay es mi hija! ¡Ni mi hijo es Pantoja! Es Rivera”, ha revelado el heredero de Cantora.
Paquirri e Isabel al escuchar el primer llanto desafinado como futuro cantante de autotune de Kiko Rivera
El reparto de la herencia de Paquirri tiene muchas lecturas, aunque la de Isabel fue clara: quedarse con todo el legado material posible del que fue "su vida, él", ganándose incluso la enemistad de Fran y Cayetano Rivera, que en numerosas ocasiones le han reclamado parte de los recuerdos más taurinos y significativos del que también fue su padre: capotes 'de grana y oro', estoques, etc.
Ahora Kiko está dispuesto a hacer tambalear los cimientos de Cantora con abogados de por medio y cuestionando ese 49% que le pertenece, además del 51% mayoritario que le corresponde a la tonadillera según lo firmado hace mil años (cuando falleció el torero, corría el año 1984). Qué tiempos: ni si quiera existía TikTok, ni estaba en circulación el iPhone 1. ¿Cómo se entretenían? ¿Haciendo fuego con piedras?
Es decir, en el caso de que la ley ampare a Paquirrín, Isabel Pantoja podría estar desahuciada de la mítica vivienda, el epicentro de la prensa rosa, la capital del mundo folclórico: Cantora. "Me ha engañado toda la vida", ha dicho el que tiene nombre de fruto seco dispuesto a dejar seca a su madre.
Fotos | G Tres