Soy muy fan de Dita von Teese, poproseros, lo confieso sin ningún pudor. Me parece recién sacada de una máquina del tiempo que la haya recogido en 1941 y nos la haya dejado por aquí con todo el glamour de la época dorada de Hollywood. Y entre tanta mamarracha como hay por ahí, verla a ella es una delicia para los ojos. Nunca con un pelo fuera de lugar, y casi siempre con unos modelazos de los que nos dejan ojipláticas y muertas de envidia cochina. ¡La adoro!
Dita acaba de cumplir cuarenta años, ahí donde la veis, y ella misma ha confesado que está mucho mejor que cuando tenía veinte. Que ahora se cuida mucho más, ha dejado la comida rápida y las bebidas con gas y se ha empezado a cuidar en condiciones. Y con esos resultados, ¡como para no cuidarse!
Pero lo increíble es que su cintura es absolutamente diminuta. De natural sólo le mide 55 centímetros, pero cuando se embute en esos magníficos corsés que lleva para actuar, ¡la reduce a la friolera de 41 centímetros! Y el secreto, aparte de cuidar su alimentación y de ser una asidua del gimnasio, es precisamente el corsé, que lleva desde que tenía 18 años. A mí eso tampoco me parece demasiado sano ni bueno para el cuerpo, pero qué queréis que os diga: prefiero que lleve un corsé a que se opere para quitarse mondongo o quizá hasta costillas.
Vía | Celebitchy
Foto | Facebook oficial de Dita von Teese
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