Linda Evangelista lideró las mejores pasarelas del mundo en la década de los noventa desfilando para importantísimas firmas deluxe de la talla de 'Versace', 'Dolce & Gabbana' o 'Chanel'. Su rostro ocupó gran parte de las revistas de moda junto con otras top models de la época como Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell o Elle Macpherson.
La canadiense ha concedido una entrevista para la revista 'People' donde ha tratado el motivo por el que se tiró una larga temporada alejada de los flashes y las alfombras rojas que una vez capitaneó a golpe de tacón. Un tratamiento estético basado en una lipoescultura en la que se reduce la grasa a través del frío, llamado "CoolSculpting", fue el culpable de que Evangelista se sintiera "brutalmente desfigurada" y viviendo un calvario personal.
Linda ha confesado que dicha operación le provocó el efecto rebote además de dejarla "irreconocible" y con "hiperplasia adiposa paradójica o PAH" que viene siendo un endurecimiento de una zona de grasa localiza, lesión por la cual nadie la advirtió: "Aumentó, que no disminuyó, mis células de grasa y me deformó de forma permanente, incluso después de pasar por dos cirugías correctoras muy dolorosas sin éxito".
Linda Evangelista mostrando las consecuencias de la operación - Instagram
"¿Por qué sentimos la necesidad de hacerle eso a nuestros cuerpos? Siempre supe que envejecería, pero jamás pensé que acabaría viéndome así" ha expresado la modelo, manifestando que esta movida ha hecho que caiga en "un ciclo de profunda depresión, una profunda tristeza y en las más bajas profundidades del autodesprecio".
Eso sí, ahora la diva ha cambiado el chip y está dispuesta a ser la fabulosa Linda que siempre ha sido: "Amaba subirme a una pasarela. Ahora me da miedo cruzarme con algún conocido. Pero no puedo vivir así nunca más, escondiéndome y con vergüenza. No podía seguir viviendo en este dolor durante más tiempo. Estoy decidida a hablar", ha sentenciado la musa de los diseñadores por excelencia. ¡Brava!