Como tortolitos que están estos dos. Así da gusto, la verdad que sí. Britney Spears parece que ya ha abandonado aquellos tiempos oscuros en los que creía que raparse al cero era lo último en moda post-depre y que el alcohol no solo servía para desinfectar sino que también curaba las penas. Como un ave fénix, la rubia poco a poco a hizo alzando el vuelo (lenta y con tronpicones, pero mejor eso que nada) y a día de hoy podríamos decir que tiene las riendas de su vida bien agarradas.
Y si no os lo creéis, echadle un vistazo a las fotos que le han sacado (o robado) a la princesa del pop por las playas de Hawaii. Si tenéis buen ojo clínico, que sé que lo tenéis porque aquí en Poprosa nos hemos esforzado en educaros a golpe de post para ello, podréis ver que no solo se ve a Britney feliz, sino que además luce un tipazo increíble, conseguido a base de controlarse un poco con los excesos (sabemos que le encanta la comida basura), dejar las botellas para guardar la leche y descubrir que los maillot sirven también para salir a correr y no para hacer ballet.
Y no solo lució tipín por las playas mientras cogía algo de morenito, que va. Además se busco un buen acompañante para que no desmereciese la ocasión: a su actual novio Jason Trawick con el que ya lleva más de un año y el ‘culpable’ de que Britney Spears esté empezando a olvidar a Kevin Federline como su ex-marido, aunque no como el padre de sus hijos, que eso ella siempre lo ha tenido bastante claro.
Con esto no solo podemos asegurar que Britney Spears se encuentra en un buen momento, sino que además acallamos los posibles rumores que surjan sobre su vida personal (ya se encarga ella de mostrarlos antes de que se conviertan en rumores) y conseguimos alegrarnos porque por fin le vayan bien las cosas. Ya era hora, leches.
Fotos | Just Jared
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