Pocas razones le hacen falta a Katy Perry para disfrazarse y pasar un buen momento. Y efectivamente es lo que hemos podido ver esta Semana Santa. Recientemente Katy confesó que para ella una de las fiestas más divertidas era la Pascua y que solía celebrarlo por todo lo alto. Y no, eso no significa que haga todo un banquete o se hinche a comer conejos de chocolate, aunque orejas y rabos sí qu ha habido en la idea que se le ha ocurrido a Katy, este año, para celebrar la Pascua.
Decidió ayer dar una fiesta por todo lo alto, en la que estaban invitados, además de la propia anfitriona junto con Russell Brand, familiares y amigos de ambos que acudieron a la barbacoa que celebraron en el jardín, con cervezas, chuletas y salchichas y, como no, para entretener a mayores y pequeños, había un conejo de Pascua (Easter Bunny) para que no se aburrieran, y orejas de conejos para todos para darle más emoción a la fiesta.
Y como no, Katy no podía ser menos y tuvo que ser la primera en dar ejemplo. Así que ni corta ni perezosa se enfundó un par de orejas y estuvo como la que más riéndose y bebiendo en la fiesta, en compañía de Russell que, pese a las malas lenguas, se les veía a los dos súper acaramelados y para nada cabreados, e intentado que todos los invitados estuvieran cómodos y servidos.
Menudo par de conejos anfitriones que están hechos estos dos.
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