Fue en 2019 cuando Alejandro Sanz puso fin a su tórrido romance con Raquel Perera tras doce años de love y dos retoños en común, Dylan de 11 años y Alma de 9. Hasta la fecha, el artista vivía junto a su actual churri Rachel Valdés en la mansión de Pozuelo de Alarcón que una vez compartió con la mami de sus hijos.
Pero tal y como anuncia 'Semana' en exclusiva, el intérprete de 'Amiga mía' ha plantado el huevo en un impresionante casoplón situado en Somosaguas, zona súper pija de Madrid. Más concretamente, su nueva morada es un chalet de 2.000 metros cuadrados construidos sobre una superficie de 6.500 con multitud de comodidades.
De estilo moderno, el particular palacio de Versalles de Sanz dispone de un kilométrico jardín con piscina (of course) y un gimnasio, además de otras instalaciones que unos servidores solo vamos a disfrutar cuando el cantante farde de su hogar desde su cuenta de Instagram.
La humilde morada de Sanz - Semana
Por otro lado, el colegui de Shakira y Rachel han soltado la pasta gansa, más si cabe, para poner el chalet a su gusto y dejar zonas reservadas para sus respectivos trabajos. Según el 'Week', Alejandro ha montado su propio estudio de música mientras Valdés cuenta con un espacio donde alberga sus pinceles y brochas.