A Adam Levine lo conocemos por ser el cantante cachas pero tirillas de Maroon 5 y por su afición a salir en los vídeos sin camiseta y metiéndose mano con tías buenorras. Vamos, el ídolo de más de uno fijo. Pero aunque tiene pinta de que le guste la fiesta más que a un tonto un lápiz, por una vez las apariencias se cumplen, poproseros, porque a este chico le gusta irse de viaje... ¡sin moverse del sitio!
Mientras que David el gnomo vivía debajo de una, a Adam lo que le gusta es comerse las setas a puñaos. Y no digo las que echamos al revuelto, no, sino las alucinógenas. Adam se pegó una buena jartá y dice que no sólo se lo pasó teta, sino que encima le ayudó a comprenderse a sí mismo. ¡Para eso te compras un libro de autoayuda, melón!
Creo definitiva y firmemente que la experiencia que tuve con las setas me hizo entender algunas cosas sobre mí mismo que posiblemente no habría conseguido entender de otra forma.
Eso sí, luego puntualiza que nunca le ha dado por abusar de las drogas. Pues no sé yo qué decirte, bonito, porque a saber a qué llamas tú "abusar". El caso es que se debió de pegar un buen viaje, aunque para el disco no le ha terminado de servir. ¡Menudo mojoncete!
Vía | NME Foto | Instagram de Adam Levine En Poprosa | Adam Levine se mete a boxeador abandonado por su esposa cañón En Poprosa | Boquitas de Piñón: Adam Levine, reinventarse o... ¿competir?