Si en los rodajes de 'Toy Boy' ya tenía que hacer calor con tantos tanga-boys en el reparto, con los 40 grados a la sombra que hace en Málaga los días de brisa marina y el arrimamiento de cebolleta que se traen, imaginaos ahora con la tensión sexual que se ha creado entre María Pedraza y Álex González durante la grabación de la segunda temporada.
Desde que Pedraza y Jaime Lorente dijeron 'Bella Ciao' a su relación a principios de este año, a la jovenzuela se le ha llegado a relacionar con varios famosos como el piloto Marc Márquez. También se dijo que el buenorro por el que viviríamos sin permiso (de quién sea, da igual) estaba saliendo con la influencer Rocío Camacho.
Pero claro, llega Álex González, con todos los músculos habidos y por haber en 3-D en ese cuerpo cincelado por Michelangelo, moviéndote la pelvis en una escena de la serie y cualquiera le dice que no se ponga al volante de una pasión desenfrenada entre compis de reparto. ¡Todos somos María Pedraza (ojalá)!
Y obviamente, también entendemos que él haya caído en la tentación de el pedrazo de pibón que es Pedraza. Te mira con esa carita angelical, esos ojillos aguamarina color salvapantallas de Windows 1, y cualquiera le aparta la mirada... ¡Es que hacen el combo perfecto!
Todo apunta a que Álex González es mucho más que un 'Bum Bum Ciao' o un 'Toy Boy' (si hubiera juguetes así, habría más lista de espera para entrar al toysarás que para vacunarse) para María Pedraza. Los compis de rodaje pasan de estar 'escondidos' (como cantaban Bisbal y Chenoa) y suben vídeos pelando la pava a sus respectivos perfiles de Instagram.
Aunque quizás la prueba más fehaciente (bueno, 'guapa'ciente, que de feos no tienen nada) de su affaire sea este reportaje híbrido de 'KH7' e 'Intimissimi' en el que se puede ver que, aunque ambos hayan subido las fotos a sus historias de Instagram por separado, han estado más revueltos en la cama que un estómago después de tomarse un kebab a las cinco de la mañana tras una larga noche de fiesta de garrafón.
María Pedraza luciendo la clásica camisa de después de un desayuno carnívoro (outfit reglamentario para el cigarrillo post-jaleo) y Álex González con la merienda a punto, con el mismo filtro en blanco y negro para sumar erotismo (como si no lo hubiera ya), han demostrado que no sólo han compartido las sábanas estiradas a más no poder de un hotel y su consecuente ducha (limpitos se les ve), sino que también han usado la misma ventana como photocall. ¡Esto sí que es periodismo de investigación y no lo de Gloria Serra!