La empleada doméstica que limpiaba el chalet donde Juan Carlos y Bárbara Rey hacían travesuras

Bárbara Rey y Juan Carlos - gtres
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La charla de Bárbara Rey con Risto Mejide es lo más comentado de las últimas horas. Por primera vez en la historia, la ex vedette ha hecho público su idilio con el emérito. Visiblemente serena, en ocasiones emocionada al recordar a Ángel Cristo, la rubia más polémica del país durante décadas conquistó al público con la historia de su vida: el tormentoso idilio con don Juan Carlos de Borbón.

Todo comenzó con una llamada. Él la veía en televisión, se encaprichó y movió los hilos necesarios para contactar con ella. Cuando Bárbara descolgó el teléfono no podía creerlo. El rey de España estaba al otro lado, con voz de enamorado, intentando encandilarla con halagos de todo tipo.

Tras varias llamadas, Bárbara y el entonces rey tuvieron su primera cita. Fue la primera vez que la actriz pisó Zarzuela, y por supuesto, no imaginó que pisaría aquella moqueta en innumerables ocasiones. Pero así fue. Tres años después de aquel primer encuentro, Bárbara conocía a la perfección más de una habitación de palacio.

Pero no crean que Juan Carlos era tonto, tan solo era vicioso. Sabía que la entradas y salidas de Bárbara en Zarzuela eran peligrosas. Debía buscar un nuevo nidito de amor y así lo hizo. O mejor dicho, lo hicieron. Un chalet propiedad de CESID, situado en la Calle Sextante 9 de Aravaca (Madrid), fue donde los amantes retozaron durante años.

Bárbara Rey durante su entrevista con Risto Mejide - Cuatro Bárbara Rey durante su entrevista con Risto Mejide - Cuatro (Mediaset)

Tal y como publica Informalia, se trataba de un casoplón valorado en 700.000 euros, mínimamente amueblado para el bienestar de la pareja prohibida. Tiene 355 metros cuadrados y dos pisos, con seis baños y cinco dormitorios, solo uno de ellos con muebles. El resto de la casa estaba vacía: "Era un lugar frío, desocupado y vulgar", dijo ella hace unos años.

Además, tal y como publica el citado medio, una empleada doméstica fue contratada para adecentar el chalet del pecado. Ella se encargaba de dejarlo todo limpio para los encuentros furtivos. Llenaba la nevera de champán, fruta y se preocupaba de que nunca faltara crema y perfume en el lavabo.

Fotos Gtres y Cuatro

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