Atrás quedó la tristeza que le invadía. Se sentía solo, apartado, inútil. Deseaba con todas sus fuerzas regresar a España para estar con los suyos y anhelaba aquellas jornadas de cacería, vino tinto y carcajadas. Juan Carlos es un enamorado de España y no se acostumbra a vivir lejos, pero los últimos meses no han sido tan amargos. Es más, a decir verdad, se lo ha pasado pipa.
Primero estuvo navegando en Sanxenxo, después viajó hasta la isla de Wight y allí cumplió su deseo: hacerse con el título de campeón del mundo. Era su objetivo y lo consiguió. Elena, su hija, estuvo a su lado durante ambas regatas. Tanto en Galicia como en Inglaterra, fue la única que estuvo junto a su padre. Cristina, liada con el tema del divorcio, estuvo hace apenas dos semanas con él.
Tal y como publica Informalia, las infantas viajaron hasta Abu Dabi hace pocos días. No es la primera vez que pisan suelo árabe. Han estado allí en varias ocasiones y también han llevado a sus hijos. Victoria Federica y los Urdangarines visitaron a su abuelo y Froilán, afincado en Emiratos, suele hacer planes con él. Al parecer, solían comer o cenar juntos varias veces por semana.
Pero sin duda alguna, la visita más especial que ha recibido el que fuera monarca es la de Marta Gayá. Sí, la mujer de la que estuvo enamorado. Fueron años de idilio los que vivieron Marta y el emérito y todavía hoy mantienen el contacto. Su relación es estupenda, aunque aquellos años de pasión y desenfreno ya forman parte del pasado.
Marta Gayá, la mujer que conquistó al Juan Carlos - Gtres
Tal y como publica el mencionado portal, Gayá y una mujer desconocida han estado en la mansión de Juan Carlos hace relativamente poco. Allí, en Abu Dabi, el padre de Felipe vive en un casoplón que ronda los 11 millones de euros.
Fotos: Gtres