María Teresa Campos atraviesa su peor momento. Desde que abandonó la pequeña pantalla, la presentadora no ha levantado cabeza. No sale de casa, apenas come y ya no puede decidir por sí misma, tal y como reconoció su hija Terelu. La Campos está triste, ha envejecido a un ritmo inesperado y su familia pide respeto ante los medios.
La situación de Mari tere no es nada fácil. A pesar de los intentos de Gustavo, su querido chófer, la comunicadora no levanta el ánimo. No supera estar fuera de la tele. No entiende qué pasó en Telecinco, en Mediaset o en los despachos. Ella quería un programa o, al menos , despedir su etapa profesional por todo lo alto.
Aquello no pudo ser. Tras su última visita al 'Deluxe', la cadena alegre consideró que María Teresa no estaba en condiciones de hacer pantalla. Los años se le habían echado encima y ya no era capaz de soportar un directo. Sus hijas, conscientes del deterioro, la apartaron a regañadientes de los estudios de Mediaset.
Ahora, Teresa se encuentra en casa, arropada por su famila y en un estado preocupante: "No hay nada que ocultar ni de lo que avergonzarse. Es momento de dejarla descansar, de darle naturalidad a lo que pasa porque es verdad que cada vez vivimos más años pero llegamos peor y esto le pasa a mucha gente. Las enfermedades mentales están ahí y hay que conocerlas", comentaba Borrego.
María Teresa Campos - Gtres
"No hablamos de una enfermedad clara porque no está diagnosticada, pero llegará el día en que mi madre no nos reconozca", desvelaba en 'Sálvame'. "Todo ha ido muy rápido, por eso es tan duro. En general las personas no estamos preparadas para algo así, cómo hablarle a una persona así, cómo tratarla".
"He llegado a la conclusión de que ocultar la realidad no es nada bueno, da paso a especulaciones y no beneficia a nadie. Ni la tenemos aislada, ni encerrada, ni nada de eso", sentenciaba Carmen, tal y como recoge Informalia.